“Quién dijo que todo está perdido, yo vengo a entregar mi reflexión”
(aforismo implicado)
(aforismo implicado)
“No importa lo fieles, bien intencionados o amantes que sean los posibles padres, no cabe duda de que la industria internacional de adopción juega rápido. Y pierde con los derechos humanos de los niños. En algunos países, la adopción internacional está comenzando a reemplazar sistemas menos estables de apoyo a la niñez.
La exportación rutinaria de bebés coreanos no queridos a Estados Unidos, una tradición que tiene 60 años y se remonta a la guerra de Corea, evita lo que un estudio de 1998 llamó “alternativas para niños abandonados o huérfanos”. La mayoría de los “huérfanos” coreanos son en realidad hijos de madres solteras o pobres. Y mientras exista el sistema por el cual los bebés simplemente pueden enviarse al extranjero, no hay motivo para que la cultura coreana se ocupe de ellos. En otras palabras, no sólo no hay una “crisis global de huérfanos”, sino que el comercio internacional de adopción realmente dificulta el establecimiento de adecuadas provisiones de bienestar en los países que “exportan”.
En todo el mundo hay miles de padres sin hijos que quieren adoptar y no hay nada malo en ubicar a niños en familias bondadosas. Pero el comercio internacional de adopción se convirtió en una forma turbia de ganar dinero. Los sistemas existentes de supervisión son desprolijos. Hay mucho que se puede y se debe hacer para ajustar las previsiones de la convención de La Haya a fin de asegurar que la adopción no se convierta en sinónimo de tráfico humano benevolente.” De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.Traducción: Celita Doyhambéhère.
(APe).- Cuentan que un hombre muy insistente le pidió al genial Pablo Picasso que le dibujara un retrato. No hubo forma de que esta persona desistiera de sus intentos, y ante el permanente requerimiento, Picasso aceptó. Sorprendido, el hombre miró el dibujo que el pintor había hecho y no se pudo reconocer en el arte cubista del artista. Pero Picasso lo tranquilizó. Lo palmeó afectuosamente, le mostró el dibujo y le dijo: “¡Ahora, amigo, a parecerse!”. El kirchnerismo, sin el talento de Picasso, también dibuja la realidad y luego pide, medios de comunicación mediante, que la realidad se parezca al dibujo. En la actualidad, los dibujos son reemplazados por la cultura de la imagen de la televisión pública o privada, porque parece que por el precio de los pliegos, la televisión comunitaria tendrá que seguir esperando. Y el dibujo de la realidad es simple, casi diría ramplón: “nosotros o la derecha”. La palabra fascista es todavía cuidada y vuelve a surgir la palabra progresismo. Hay un intento de romper los salvavidas de plomo del bipartidismo, más allá de cuáles sean los partidos que se ubiquen en esa oposición de majestades. Es necesario hacer el diagnóstico diferencial con lo que he denominado “retroprogresismo”, que es una forma caduca, casi diría vergonzante, de gatopardismo posmoderno. Para los interesados en esta definición política, sugiero leer los tres artículos que sobre el tema publicó Ape. Hay un principio rector que obliga a que la realidad se acomode al dibujo: las victorias son gloriosas y nuestras, las derrotas son de otros y no importan. Una perinola electoral dice: Cristina Gana, Todos Ganan. Por eso votantes que dan asco por haber votado al Mauricio Deshaciendo Macri, darán menos asco cuando la voten a Cristina. Incluso los admiradores del tercio de Midachi, la Tota del Sel, podrán votar también por Cristina, porque si en algo el retroprogresismo y el fascismo de consorcio se identifican es en el odio a la izquierda anticapitalista y clasista. Y ese odio, que existe como existe el odio del fascismo a todo lo que no sea “dios, patria y hogar en el country”, construye odres nuevos para vinos viejos. Y entonces se inaugura la política de las sorpresas y media, las encuestadoras que todavía no fueron penalizadas por Moreno se equivocan como la paloma, y estamos entre el ¡¡Ohh!! y el ¡¡¡Ahhh!!!. La Tota del Sel tuvo con el que te dije en ocho manos a los socialistas, y mandó a primera B al candidato K. Aunque como sabemos, no es que River descendió, sino que todos pueden subir. Fútbol mafioso para todos. Filmus jugó siempre a la segunda vuelta, pero la campaña que pareció diseñada por una mezcla de Lord Vader y el Guasón, lo hicieron dar tantas vueltas antes de la votación que Daniel quedó tan mareado como en los tiempos de la escuela Shopping y la Ley de Educación Superior. Bueno, voy a decirlo directamente: si gana Macri el balotaje, la culpa será de los porteños que a pesar del devastador gobierno de Maurizio, insisten en su voto desafinado. El eventual triunfo será solamente mérito del Frente Cristina para la Victoria. Después de décadas de democracias, es lo que hay. Culto a la personalidad de tal manera que el pensamiento cultural de la derecha tiene incluso más vigencia que durante el menemato. El famoso “Menem lo hizo” tiene su continuidad con la certeza delirante y diletante de que todas las luchas comienzan en el 2003*. Una captación cultural realizada en base a reduccionismos y simplificaciones. La ecuación “capitalismo serio + derechos humanos” sufrió varias metamorfosis. La valija de Felisa le quitó seriedad al capitalismo, pero ya sabemos que lo que menos le importa al capitalismo es la seriedad. Los derechos humanos se formatearon en dos organizaciones: Madres y Abuelas. Y Madres se formateó en una sola: la presidida por Hebe de Bonafini. Las pesadillas compartidas dan cuenta de los destinos y desatinos del intento de compactar la complejidad. Y muy especialmente, de intentar cohesionar lo incompatible. Por lo tanto el tema derechos humanos, que siempre dilató el tema del gatillo fácil, el hambre como el paradigma del crimen de la democracia, las desapariciones forzadas y esforzadas, la trata, megadelito construído con atroces y soeces complicidades, fue desplazado de la peor manera: por sobredosis. Es imposible juntar el juzgamiento del pasado con la impunidad del presente. O mejor dicho: es posible pero no es creíble. Y el forzamiento de tomar a la oposición como una totalidad consistente (la “opo”) pudo funcionar cuando el general lanzó la consigna: Braden o Perón. Hoy cualquier polaridad es encubridora y esconde un simulacro: a Braden lo terminó llamando Menem y Menem vuelve a ser candidato a senador y lo vi en una lista que apoya la reelección de la Presidenta. Pero la clonación política es como un sentimiento y no puede parar. Boudou, que proviene de la bestia derecha, se ha transformado en el Hermoso Amado por obra de la Bella. Es cierto que la gente cambia, pero a lo mejor lo que cambió fue el kirchnerismo. De la transversalidad a la marginalidad paqueta. Pero simultáneamente, marca registrada de la cultura represora, se homenajea a Evita, que sin duda razonable hubiera mandado a Boudou al mismo estante que mandó a las damas de beneficiencia. A lo mejor nos damos cuenta, seguramente más tarde que temprano, que el fenómeno de la captación es un tráfico humano benevolente. Que a pesar de las denuncias de muchas organizaciones y destacadas personalidades, la exportación de bebés en la Argentina nada tiene que envidiarle a la de los bebés coreanos. Por supuesto, el tráfico de personas nada tiene de serio y por eso se lo oculta. Pero también hay empresas, muchas transnacionales, clubes de fútbol, organismos del estado, que practican un tráfico de influencias y negocios, permanente, cínico, descarado. Y que entre el capitalismo, serio o no serio, y los derechos humanos, los argentinos en por lo menos un porcentaje que puede ganar cualquier balotaje, optan por el capitalismo. Al que podríamos llamar capitalismo lisoform, ya que mata el 99,99% de las reivindicaciones laborales. Al igual que la nueva ley de partidos políticos, que con el atrapante nombre de “internas abiertas”, intentará y quizá logre borrar del tablero del ajedrez político a muchas piezas, especialmente a los peones que avanzan por izquierda . Alfiles, Damas y Reyes, no podrán ser atacados. Creo que el kirchnerismo ha cometido no sé si el peor, pero uno de los peores pecados. Atacar a los enemigos, con armas parecidas y sin lastimar demasiado. Escuchen al feudal Biolcatti y verán que sigue siendo la misma rural de siempre. Pero no es con mejores monopolios que se combaten miserables monopolios. La denuncia de Gabriel Levinas no puede ser ninguneada, por más lisoform que se utilice. La multimedia K algo debería responderle. Y no se puede combatir una exposición rural reaccionaria con una feria tecnológica de avanzada. Es decir: se puede. Pero la territorialidad de los barrios, las pequeñas ciudades, las villas de todas las emergencias, no se conmueven con los leds cuando están esperando la luz. Estamos en el momento del Apocalipsis now, donde todo parece que puede deshacerse y la vivencia de fin del mundo se palpa hasta en el subte, y especialmente en el subte. La única brújula no es la mega tecnología. Algo mucho más simple. Votá, peleá, discutí y amá según tus más íntimas convicciones. Lo que siempre se llamó la ideología. Como la libertad; nunca nos abandonará.*
La exportación rutinaria de bebés coreanos no queridos a Estados Unidos, una tradición que tiene 60 años y se remonta a la guerra de Corea, evita lo que un estudio de 1998 llamó “alternativas para niños abandonados o huérfanos”. La mayoría de los “huérfanos” coreanos son en realidad hijos de madres solteras o pobres. Y mientras exista el sistema por el cual los bebés simplemente pueden enviarse al extranjero, no hay motivo para que la cultura coreana se ocupe de ellos. En otras palabras, no sólo no hay una “crisis global de huérfanos”, sino que el comercio internacional de adopción realmente dificulta el establecimiento de adecuadas provisiones de bienestar en los países que “exportan”.
En todo el mundo hay miles de padres sin hijos que quieren adoptar y no hay nada malo en ubicar a niños en familias bondadosas. Pero el comercio internacional de adopción se convirtió en una forma turbia de ganar dinero. Los sistemas existentes de supervisión son desprolijos. Hay mucho que se puede y se debe hacer para ajustar las previsiones de la convención de La Haya a fin de asegurar que la adopción no se convierta en sinónimo de tráfico humano benevolente.” De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.Traducción: Celita Doyhambéhère.
(APe).- Cuentan que un hombre muy insistente le pidió al genial Pablo Picasso que le dibujara un retrato. No hubo forma de que esta persona desistiera de sus intentos, y ante el permanente requerimiento, Picasso aceptó. Sorprendido, el hombre miró el dibujo que el pintor había hecho y no se pudo reconocer en el arte cubista del artista. Pero Picasso lo tranquilizó. Lo palmeó afectuosamente, le mostró el dibujo y le dijo: “¡Ahora, amigo, a parecerse!”. El kirchnerismo, sin el talento de Picasso, también dibuja la realidad y luego pide, medios de comunicación mediante, que la realidad se parezca al dibujo. En la actualidad, los dibujos son reemplazados por la cultura de la imagen de la televisión pública o privada, porque parece que por el precio de los pliegos, la televisión comunitaria tendrá que seguir esperando. Y el dibujo de la realidad es simple, casi diría ramplón: “nosotros o la derecha”. La palabra fascista es todavía cuidada y vuelve a surgir la palabra progresismo. Hay un intento de romper los salvavidas de plomo del bipartidismo, más allá de cuáles sean los partidos que se ubiquen en esa oposición de majestades. Es necesario hacer el diagnóstico diferencial con lo que he denominado “retroprogresismo”, que es una forma caduca, casi diría vergonzante, de gatopardismo posmoderno. Para los interesados en esta definición política, sugiero leer los tres artículos que sobre el tema publicó Ape. Hay un principio rector que obliga a que la realidad se acomode al dibujo: las victorias son gloriosas y nuestras, las derrotas son de otros y no importan. Una perinola electoral dice: Cristina Gana, Todos Ganan. Por eso votantes que dan asco por haber votado al Mauricio Deshaciendo Macri, darán menos asco cuando la voten a Cristina. Incluso los admiradores del tercio de Midachi, la Tota del Sel, podrán votar también por Cristina, porque si en algo el retroprogresismo y el fascismo de consorcio se identifican es en el odio a la izquierda anticapitalista y clasista. Y ese odio, que existe como existe el odio del fascismo a todo lo que no sea “dios, patria y hogar en el country”, construye odres nuevos para vinos viejos. Y entonces se inaugura la política de las sorpresas y media, las encuestadoras que todavía no fueron penalizadas por Moreno se equivocan como la paloma, y estamos entre el ¡¡Ohh!! y el ¡¡¡Ahhh!!!. La Tota del Sel tuvo con el que te dije en ocho manos a los socialistas, y mandó a primera B al candidato K. Aunque como sabemos, no es que River descendió, sino que todos pueden subir. Fútbol mafioso para todos. Filmus jugó siempre a la segunda vuelta, pero la campaña que pareció diseñada por una mezcla de Lord Vader y el Guasón, lo hicieron dar tantas vueltas antes de la votación que Daniel quedó tan mareado como en los tiempos de la escuela Shopping y la Ley de Educación Superior. Bueno, voy a decirlo directamente: si gana Macri el balotaje, la culpa será de los porteños que a pesar del devastador gobierno de Maurizio, insisten en su voto desafinado. El eventual triunfo será solamente mérito del Frente Cristina para la Victoria. Después de décadas de democracias, es lo que hay. Culto a la personalidad de tal manera que el pensamiento cultural de la derecha tiene incluso más vigencia que durante el menemato. El famoso “Menem lo hizo” tiene su continuidad con la certeza delirante y diletante de que todas las luchas comienzan en el 2003*. Una captación cultural realizada en base a reduccionismos y simplificaciones. La ecuación “capitalismo serio + derechos humanos” sufrió varias metamorfosis. La valija de Felisa le quitó seriedad al capitalismo, pero ya sabemos que lo que menos le importa al capitalismo es la seriedad. Los derechos humanos se formatearon en dos organizaciones: Madres y Abuelas. Y Madres se formateó en una sola: la presidida por Hebe de Bonafini. Las pesadillas compartidas dan cuenta de los destinos y desatinos del intento de compactar la complejidad. Y muy especialmente, de intentar cohesionar lo incompatible. Por lo tanto el tema derechos humanos, que siempre dilató el tema del gatillo fácil, el hambre como el paradigma del crimen de la democracia, las desapariciones forzadas y esforzadas, la trata, megadelito construído con atroces y soeces complicidades, fue desplazado de la peor manera: por sobredosis. Es imposible juntar el juzgamiento del pasado con la impunidad del presente. O mejor dicho: es posible pero no es creíble. Y el forzamiento de tomar a la oposición como una totalidad consistente (la “opo”) pudo funcionar cuando el general lanzó la consigna: Braden o Perón. Hoy cualquier polaridad es encubridora y esconde un simulacro: a Braden lo terminó llamando Menem y Menem vuelve a ser candidato a senador y lo vi en una lista que apoya la reelección de la Presidenta. Pero la clonación política es como un sentimiento y no puede parar. Boudou, que proviene de la bestia derecha, se ha transformado en el Hermoso Amado por obra de la Bella. Es cierto que la gente cambia, pero a lo mejor lo que cambió fue el kirchnerismo. De la transversalidad a la marginalidad paqueta. Pero simultáneamente, marca registrada de la cultura represora, se homenajea a Evita, que sin duda razonable hubiera mandado a Boudou al mismo estante que mandó a las damas de beneficiencia. A lo mejor nos damos cuenta, seguramente más tarde que temprano, que el fenómeno de la captación es un tráfico humano benevolente. Que a pesar de las denuncias de muchas organizaciones y destacadas personalidades, la exportación de bebés en la Argentina nada tiene que envidiarle a la de los bebés coreanos. Por supuesto, el tráfico de personas nada tiene de serio y por eso se lo oculta. Pero también hay empresas, muchas transnacionales, clubes de fútbol, organismos del estado, que practican un tráfico de influencias y negocios, permanente, cínico, descarado. Y que entre el capitalismo, serio o no serio, y los derechos humanos, los argentinos en por lo menos un porcentaje que puede ganar cualquier balotaje, optan por el capitalismo. Al que podríamos llamar capitalismo lisoform, ya que mata el 99,99% de las reivindicaciones laborales. Al igual que la nueva ley de partidos políticos, que con el atrapante nombre de “internas abiertas”, intentará y quizá logre borrar del tablero del ajedrez político a muchas piezas, especialmente a los peones que avanzan por izquierda . Alfiles, Damas y Reyes, no podrán ser atacados. Creo que el kirchnerismo ha cometido no sé si el peor, pero uno de los peores pecados. Atacar a los enemigos, con armas parecidas y sin lastimar demasiado. Escuchen al feudal Biolcatti y verán que sigue siendo la misma rural de siempre. Pero no es con mejores monopolios que se combaten miserables monopolios. La denuncia de Gabriel Levinas no puede ser ninguneada, por más lisoform que se utilice. La multimedia K algo debería responderle. Y no se puede combatir una exposición rural reaccionaria con una feria tecnológica de avanzada. Es decir: se puede. Pero la territorialidad de los barrios, las pequeñas ciudades, las villas de todas las emergencias, no se conmueven con los leds cuando están esperando la luz. Estamos en el momento del Apocalipsis now, donde todo parece que puede deshacerse y la vivencia de fin del mundo se palpa hasta en el subte, y especialmente en el subte. La única brújula no es la mega tecnología. Algo mucho más simple. Votá, peleá, discutí y amá según tus más íntimas convicciones. Lo que siempre se llamó la ideología. Como la libertad; nunca nos abandonará.*
Alfredo Grande
*El subrayado es nuestro
http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=5925:kirchnernopolis&catid=36:notas-en-el-home&Itemid=107
http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=5925:kirchnernopolis&catid=36:notas-en-el-home&Itemid=107
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