"Hasta ahora, los filósofos han tratado de comprender el mundo; de lo que se trata sin embargo, es de cambiarlo" Karl Marx

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viernes, 29 de abril de 2011

Día Internacional de la Danza


Hoy, 29 de abril, es el Día Internacional de la Danza. Este día fue establecido por el Comité de Danza del Instituto Internacional del Teatro de la Unesco en 1982.
El maestro ruso Piepor Gusev de Leningrado propuso este día en homenaje al coreógrafo francés Jean Georges Noverre, nacido el 29 de abril de 1727.
Más sobre este día en:
http://mamamaembarazadas.blogspot.com/2011/04/dia-de-la-danza.html

jueves, 28 de abril de 2011

Victoria Montenegro víctima de la dictadura

Los milicos de la última dictadura militar Argentina son la muestra fiel de lo desagradable, necio, no sé que más calificativos usar sin usar insultos.
Deben ver este video.  Es un triste documento histórico. 
Ella, Victoria, no está solamente contando su experiencia, sino que evidencia lo enfermos que estaban esos tipos y, no sólo ellos, puesto que ella habla de monjas, si MONJAS, cristianas como le dijo que era su apropiador.  Él le decía esto para explicarle a un subalterno por qué no mataron a los hijos de los desaparecidos también.  ¡PORQUE ERAN CRISTIANOS! Que hijos de puta, perdón pero nno me puedo contener.
Su apropiador mató a sus verdaderos padres, él se lo contó, y ella; ella lo aceptó porque entendía que ese cínico había actuado en buena ley.  En realidad, ahora ella lo sabe que le habían "lavado el cerebro" si tal cosa existe y, debe de existir porque bueno, ya lo verán ustedes, es increible lo que vivió.
Como sea, hoy Victoria sabe de lo que fue víctima, sabe que le robaron su identidad.  Como dice ella, no importa cuántos familiares te desapareció la dictadura, IMPORTA QUE LE ROBARON SU IDENTIDAD.
Es terrible lo que le hicieron a esta joven, veanlo, escúchenla, difundan esto, que lo vean sus hijos, todos.  Su testimonio, su sufrimiento no debe ser en vano.
¡NUNCA MÁS!

Palabras de Félix Díaz...

El líder de la comunidad Toba Qom la Primavera dijo a Página 12 a propósito de la huelga de hambre que llevan adelante: Esto no es novedoso ni bueno para nosotros, muchos estamos enfermos, pero no nos queda otra, aunque sea peligroso lo vamos a hacer porque no tenemos más nada que perder
Pero no nos preocupemos porque el INADI y su presidente Claudio Morgado está velando por la salud de estos manifestantes,  (http://comunidadlaprimavera.blogspot.com/2011/04/morgado-preocupado-por-estado-de-salud.html)  El funcionario dice: “Estamos atentos a la situación sanitaria de la comunidad Qom y por ese motivo hemos articulado acciones para actuar, de ser necesario, en su ayuda” (…)
Yo me pregunto, le pregunto al Sr. Morgado.  ¿Así se cuida la salud de esta gente?  Declaraciones bonitas y papeles no sirven, déjense de joder quieren; o es que el “modelo nacional y popular” que pregonan, que ayer en los homenajes a Néstor Kirchner se cansaron de gritar a los cuatro vientos en todo el país, no alcanza a este pueblo.
Otra pregunta Sr. Morgado.  ¿Por qué recién visité la página del INADI (http://inadi.gob.ar/) y no veo nada sobre el pueblo Qom?  En cambio puedo leer el artículo sobre Alejandro Iglesias, quien ganó notoriedad en Gran hermano por su condición sexual y hoy, lo cual celebro,  recibió su nuevo DNI.  Claro, Félix Díaz no pasaría el casting del próximo Gran hermano, no vende, no da rating y tampoco generaría votos positivos.  ¿Será por eso que Cristina no lo recibe?
Me sigo preguntando: ¿esta gente no está siendo víctima de discriminación?  ¿Por qué se los está persiguiendo?
Allí en Buenos Aires, están las cámaras de TV, partidos políticos (oportunistas o no), agrupaciones varias y demás pero en Formosa la persecución sigue.  En esta entrevista de Comunicación Ambiental lo denuncia, así como lo hicieron ayer los Qom desde su blog y quien escribe también
ComAmbiental: En canal 7 están pasando que el gobierno de Formosa dice que tiene buen trato con los pueblos originarios y con los únicos que no se puede hablar son con ustedes. ¿Qué tienen para responder a eso?
Félix Díaz: La verdad que para nosotros nos hace sentir contentos cuando dice que no podemos hablar porque tenemos dignidad.  Por esa razón no pueden comprar nuestra conciencia y por eso no les conviene.
ComAmbiental: ¿Tienen la solidaridad de los otros pueblos?
Félix Díaz: Somos mayoría. Por eso, me quedo tranquilo por esa parte porque somos mayoría.
ComAmbiental: ¿Cómo es la situación en Formosa? Se dijo que hay presencia policial en sus casas.
Félix Díaz: Sí, porque les preocupa. Porque nuestra lucha sigue fortaleciéndose. Y les molesta porque saben que estamos haciendo una lucha que nadie quiere hacer
http://www.comambiental.com.ar/2011/04/felix-diaz-en-el-acampe-qom-tenemos.html

Los papeles que guardaba el apropiador de Victoria Montenegro

Victoria Montenegro reveló que su apropiador poseía documentos con datos sobre procedimientos realizados durante la dictadura. La Justicia allanó una de sus casas y, aunque no se encontró ese material, se analizan otros elementos hallados.
Había algo más que Victoria Montenegro tenía atragantado desde hacía muchos años, aparte de que el fiscal de la Cámara de Casación Juan Martín Romero Victorica le pasaba información a su apropiador sobre la causa en su contra. Eso otro era un recuerdo nítido: en una casa donde solía pasar los fines de semana con sus apropiadores en Marcos Paz había visto documentos y papeles vinculados con el terrorismo de Estado, algunos puntualmente con operativos en los que había participado el coronel de Inteligencia Herman Tetzlaff, a quien la mayor parte de su vida creyó su padre, hasta que él mismo le dijo que había matado a sus padres biológicos en marzo de 1976. Así lo relató ante el Tribunal Oral Federal 6 (TOF6), que lleva adelante el juicio sobre el plan sistemático de apropiación de hijos de desaparecidos. A partir de ese testimonio, los jueces ordenaron allanar la vivienda a la que Tetzlaff, con evidente sadismo, llamaba “El Campito”, como el centro clandestino de detención que funcionó dentro de Campo de Mayo. En el procedimiento, que se hizo ayer, se hallaron algunas de sus pertenencias, como una tarjeta de fin de año que le mandó el ex general Santiago Omar Riveros y el libro El Ejército hoy, de 1976, promotor del régimen dictatorial.
Aunque los hallazgos no fueron significativos como evidencia judicial, el abogado de Abuelas de Plaza de Mayo Alan Iud destacó la decisión del TOF6 de impulsar la medida. “Los jueces, casi por regla general, no allanan las casas de los apropiadores investigados. No se entiende por qué, cuando puede ser un gran aporte a la investigación. Hace poco se allanó la casa de un apropiador y se hallaron cartas que dejaban en evidencia que él y su mujer conocían el origen de la chica apropiada”, ilustró Iud.
Victoria le contó a Página/12 que hace diez años que no pisa la casa de Marcos Paz, y tampoco fue ayer, cuando se hizo el allanamiento del que sí participaron agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), un secretario del tribunal oral y Iud. Cuando declaró, ante la pregunta de uno de los jueces Victoria dijo que creía que allí ya no debía quedar mucho, “aunque quizá todavía quede algo”, aclaró. “Herman –como le dice a su apropiador, ya fallecido– guardaba documentación con información de operativos en los que había participado y en los que había dinero o cosas de valor. Lo hacía para cubrirse, para que después no le dijeran que se había quedado con algo. Pero sé que por orden del Ejército después quemó muchas cosas”, refrescó en diálogo con este diario lo que declaró ante la Justicia. Recordaba, por ejemplo, que Tetzlaff guardaba papeles en un entretecho.
La casa de Marcos Paz, “El Campito” de Tetzlaff, pertenece ahora a la hermana de crianza de Victoria pero la habitan familiares de su marido, que recibieron con buena predisposición a la policía.
Hay otros papeles de Tetzlaff que Victoria tuvo en su poder y que entregó en el juzgado de Norberto Oyarbide, que instruye la causa sobre los crímenes de la Triple A, en la que ella se presentó porque el asesinato de sus padres y su propio secuestro ocurrieron días antes del 24 de marzo de 1976. También relató esto ante el TOF6 y se lo explicó a Página/12: “Herman había armado unas listas de las empresas de seguridad que trabajaban para (Alfredo) Yabrán y quienes las integraban y al lado ponía el nombre de los centros clandestinos a los que se ve que pertenecieron. Estas listas las tenía él en el penal donde estaba detenido, en Campo de Mayo, y cuando lo internaron en el Hospital Militar me las traje”. Después falleció. Tuvo en su poder, asimismo, una especie de mapa viejo, donde había una esquina marcada, en Ramos Mejía, cree recordar. “Un día, que me junté con hijos (de desaparecidos) que buscan a sus hermanos, lo mostré –cuenta– y una de ellas, me dice ‘¡Esa era mi casa, la casa de mis papás!’.”
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-167152-2011-04-28.html

Compartamos una abrazo...

Los invito a ver este video y pensar, reflexionar y, por qué no, salir a dar unos abrazos...

http://mamamaembarazadas.blogspot.com/2011/04/abrazo-el-poder-del-contacto.html

miércoles, 27 de abril de 2011

Complicidad civil con la dictadura y el caso de Victoria Montenegro

Victoria Montenegro
Fecha de nacimiento: 31 de enero de 1976
Edad a la fecha del secuestro: 15 días / 20 días
Zona de Secuestro: 1/11/112
Fecha de secuestro: Después del 13 de febrero de 1976
Fecha de localización: agosto de 2000
Fecha de restitución: 22 de Agosto de 2001


La niña fue secuestrada por fuerzas de seguridad junto a sus padres, Hilda Torres y Roque O. Montenegro, luego del 13 de febrero de 1976 en Lanús, provincia de Buenos Aires.
Hilda Victoria Montenegro fue localizada en agosto de 2000, pero recién se reencontró con su familia materna y paterna en junio de 2001.
Había sido apropiada por el Coronel Hernán Antonio Tetzlaff y su esposa María del Carmen Eduartes, quienes la anotaron como María Sol Tetzlaff Eduartes, nacida el 28 de mayo de 1976. Hernán Tetzlaff fue represor, actúo en grupos de tareas bajo el apodo del "Gordo José". Fue jefe de sección o grupo El Vesubio, Batallón de Artillería -Logístico 10 Villa Martelli.
Tetzlaff no estuvo solo en la apropiación de la menor; además de la obvia complicidad de su esposa, María Eduartes, tuvo la ayuda del médico Juan Carlos Zucca, que firmó la partida de nacimiento falsa, según la cual María del Carmen Eduartes –esposa del represor– dio a luz el 28 de mayo de 1976. Pero los análisis de sangre realizados en el Banco Nacional de Datos Genéticos demostraron que ese parto nunca existió y que la supuesta hija de Tetzlaff era en realidad Hilda Victoria Montenegro, que nació el 31 de enero de 1976 y fue inscripta por sus padres el 10 de febrero de ese año, poco antes de que toda la familia fuera secuestrada.
Un testimonio importante para este caso fue proporcionado por el padre de una desaparecida que durante ocho meses buscó a su nieta. Debido a que había trabajado en la Marina hasta 1967, este señor pudo entrevistarse con Santiago Omar Riveros, comandante de Institutos Militares, para pedirle datos sobre su hija y su nieta, que habían sido secuestradas a principio de junio de 1976. El militar designó a Tetzlaff, que en ese momento se desempeñaba como “representante de la Escuela de Comunicaciones y era jefe de la zona de San Isidro, Boulogne y Tigre” y “trabajaba en forma conjunta con el Batallón de Inteligencia de Campo de Mayo”, para que “lo ayudara a reconstruir el operativo” en el que se habían llevado a la mujer y la beba.
El testigo declaró ante el juez federal Eduardo Marquevich que Tetzlaff y su esposa le confesaron que no podían tener hijos. En una oportunidad, el represor lo llevó a una vivienda donde la noche anterior había participado de un procedimiento del Ejército en el que –según dijo– “los guerrilleros padres” habían muerto. El entonces mayor –que se retiró como coronel– le aseguró: “cuando entramos nos encontramos con dos chicos con los ojos gigantes, abiertos y me quedé con uno”. Ante ese comentario, el abuelo fue a ver a Riveros para preguntarle si su nieta no había sido entregada a una pareja como la de Tetzlaff-Eduartes. El general le aseguró que en su caso no había ocurrido lo mismo pero que “esas eran normas para que los hijos de zurdos caigan en hogares bien constituidos”. Incluso hizo una mención acerca de que existía una estructura dentro de las Fuerzas Armadas para apropiarse “de los hijos menores de matrimonios zurdos con el fin de enderezarlos”.
Este caso fue uno de los cinco que sirvieron como base para la detención del dictador Jorge Rafael Videla, ordenada por Marquevich el 9 de junio de 1998. Las apropiaciones de Mariana Zaffaroni Islas, Carlos D`Elia y los dos jóvenes robados por el mayor médico del Ejército Norberto Bianco y su esposa fueron los otros cuatro expedientes que se sumaron para que el magistrado considerara que Videla era autor mediato del robo de hijos de desaparecidos durante la última dictadura militar.
Actualmente Hilda está casada y es mamá de tres niños.
http://www.desaparecidos.org/nuncamas/web/investig/menores/r2300.htm

Una brigada de la policía vigila a la familia de Félix Diaz en el monte

Una Brigada de policía de Formosa se encuentra en la entrada a la vivienda de Félix Díaz en La Primavera Formosa, donde se encuentra su familia, la patente del vehículo es AYF-583. Es un coche blanco.

Basta de persecución y hostigamiento, por favor!
No respetan ni el dictamen de la CIDH que ordena que el estado "adopte las medidas necesarias para garantizar la vida y la integridad física de los miembros de la comunidad indígena Qom Navogoh, "La Primavera", contra posible amenazas, agresiones u hostigamientos de la Policía, de la Fuerza Pública, u otros agentes Estatales".

Ni nosotros los qompi de La Primavera ni quienes nos vienen acompañando y asesorando en la reivindicación de nuestros DDHH tenemos seguridad de nuestras vidas. No tenemos garantías.
http://comunidadlaprimavera.blogspot.com/2011/04/una-brigada-de-la-policia-vigila-la.html

¿Hambre o salvajismo?

Un camión jaula transportaba vacunos a un frigorífico de la Ciudad de La Plata volcó en la localidad de Melchor Romero, provincia de Buenos Aires, lo que fue aprovechado por decenas de violentos pobladores del lugar que comenzaron a matar animales que tenían las patas fracturadas y después cargaron con furia contra todo el ganado, llegando a romper parte de los corrales del vehículo para cortar en pedazos a vacas y novillos vivos tratando de sacar partes de carne entre las rejas y cargarla rápidamente en automóviles y camionetas; acto sangriento con gritos de dolor de animales, un espectáculo cruel que superó a cualquier película de terror. Así, con violencia, los asesinos se apropiaron de 3O vacas aproximadamente, que mataron mediante el peor salvajismo.

Esto NO es hambre, es insensibilidad, es violencia en banda, es un accionar criminal organizado, es el grado más bajo y despreciable de un grupo personas.

Aprovecharse de un accidente de ruta (vuelco de un camión) y en presencia de un cuadro desgarrador con inocentes animales heridos, actuar como pirañas sin alma no tiene perdón de Dios; gente honesta –trabajadora o desocupada- no puede obrar así.

Muy alegres y sonrientes (adultos y adolescentes) patearon vacas lastimadas, golpearon con palos y hachas animales que estaban sufriendo, arrastraron con sogas y cadenas algunos ejemplares vivos, acorralaron a otros que no estaban heridos, los apuñalaron, cortaron su carne para asarla “festejando” la condición espiritual miserable y además exhibieron “orgullosos” los cueros (trofeos de la cobardía). Ojalá el destino les devuelva el daño que hicieron. Nunca podrán ser diferentes.

El Estado no auxilió, la justicia seguramente dejará en impunidad el acto delictivo “porque no hubo denuncia” (¿y las filmaciones no sirven para actuar de oficio?); el asustado camionero y el temeroso propietario de los animales habrían aceptado “donar” a decenas de vacunos ¿qué otra cosa podían hacer? ¿y la policía? Sin palabras, por donde se analice es una vergüenza que salpica a las autoridades oficiales.

CARLOS ESTRADA (periodista de investigación, profesional en artes orientales no deportivas y proteccionista de animales).

Buenos Aires, Argentina, 26 de abril de 2011.

NOTA: sería la gente que solicita "subsidios" y planes sociales, manejada por algunos punteros políticos para piquetes y manifestaciones callejeras y meter miedo a los que no comulgan con la anarquía, al creciente consumo y tráfico de drogas, vacío legal y actos impunes de corrupción en la función pública.

http://maticesdemitierra.blogspot.com/2011/04/salvajismo-humano-en-nombre-de-la.html

martes, 26 de abril de 2011

Huelga de hambre - Comunidad qom Navogoh (La Primavera)

Hace meses que un grupo de la Comunidad qom Navogoh (La Primavera), acampa en Buenos Aires y nadie, del gobierno claro, los ha recibido o escuchado (http://ferminhistoriapoliticaymuchomas.blogspot.com/2011/04/sra-presidente-cristina-fernandez-de.html). 
Hoy, lamentablemente me entero por un acertado post de un militante kirchnerista, que bajo el título “Cristina esto me duele”  (http://rocagenocida.blogspot.com/2011/04/cristina-esto-me-duele.html), que el grupo de La Primavera inició una huelga de hambre.
Me sigo preguntando que hasta cuándo Sra. Presidente, cuando se va a poner fin a esta odisea que vive este pueblo hermano.
El post al que me referí anteriormente me dio cierta esperanza de que este gobierno, este “modelo” no es un bluf.  Por qué lo digo, porque si dentro de las filas del kirchnerismo, hay gente que no es ciega, ni necia para anteponer el modelo a la realidad de este pueblo.  Me da para seguir confiando.  Ya lo he dicho otras veces, uno apoya “críticamente” a este gobierno pero la duda siempre ronda.  Estos hechos me hacen dudar.

Invito a quienes lean esto a sumarlo a sus esta lucha, buscar los medios que haya para presionar al gobierno y lograr una pronta solución a este conflicto.

Mensaje de Félix Diaz al iniciar la huelga de hambre:

Comunidad qom Navogoh (La Primavera)

Un pueblo en lucha para recuperar lo que es suyo.

Palabras de Noam Chomsky... (¡IMPERDIBLE!)

¿Es el mundo demasiado grande para caer?
Los contornos del orden global

Los levantamientos por la democracia en el mundo árabe han sido demostraciones espectaculares de valor, dedicación y compromiso de fuerzas populares que coincidieron, fortuitamente, con un notable levantamiento de decenas de miles de personas en apoyo a los trabajadores y la democracia en Madison, Wisconsin y otras ciudades de EE.UU. Si las trayectorias de protestas en El Cairo y Madison se cruzaron, sin embargo, iban dirigidas en direcciones opuestas: en El Cairo hacia el logro de derechos elementales negados por la dictadura, en Madison hacia la defensa de derechos que se lograron después de largas y duras luchas y que ahora sufren un duro ataque.
Cada una es un microcosmos de tendencias en la sociedad global, que siguió cursos diversos. Es seguro que lo que está ocurriendo tendrá consecuencias trascendentales tanto en el corazón industrial decadente del país más rico y poderoso de la historia del mundo, y en lo que el presidente Dwight Eisenhower llamó “el área más estupenda de poder estratégico del mundo”, “una fuente estupenda de poder estratégico” y “probablemente el premio económico más rico en el campo de la inversión extranjera”, en boca del Departamento de Estado en los años cuarenta, un premio que EE.UU. quería conservar para sí y para sus aliados en el Nuevo Orden Mundial que se revelaba en esos días.
A pesar de todos los cambios ocurridos desde entonces, hay muchos motivos para suponer que los responsables políticos de la actualidad se adhieren básicamente a la opinión del influyente consejero del presidente Franklin Delano Roosevelt,  A. A. Berle, de que el control de las incomparables reservas de energía de Medio Oriente producirían un “control sustancial del mundo”. Y respectivamente, esa pérdida de control amenazaría el proyecto de dominación mundial que fue claramente articulado durante la Segunda Guerra Mundial y que se ha mantenido frente a los principales cambios en el orden mundial desde entonces.
Desde el inicio de la guerra, en 1939, Washington previó que terminaría con EE.UU. en una posición de abrumador poder. Funcionarios de alto nivel del Departamento de Estado y especialistas en política exterior se reunieron durante los años de la guerra para preparar planes para el mundo de posguerra. Delinearon una “Gran Área” que sería dominada por EE.UU., incluyendo el hemisferio occidental, Lejano Oriente, y el antiguo imperio británico, con sus recursos energéticos de Medio Oriente. Cuando Rusia comenzó a aplastar a los ejércitos nazis después de Stalingrado, los objetivos de la Gran Área se ampliaron a una parte tan grande de Eurasia como fuera posible, por lo menos su centro económico en Europa Occidental. Dentro del Gran Área, EE.UU. mantendría un “poder incuestionable”, con “supremacía militar y económica”, mientras aseguraba las “limitaciones de cualquier ejercicio de soberanía” de Estados que pudieran interferir en sus designios globales. Los cuidadosos planes de los tiempos de guerra se implementaron pronto.
Siempre se reconoció que Europa podría preferir un camino independiente. En parte la OTAN tuvo el propósito de contrarrestar esa amenaza. En cuando desapareció el pretexto oficial de la existencia de la OTAN en 1989, ésta fue expandida hacia el este en violación de compromisos verbales con el líder soviético Mijail Gorbachov. Desde entonces se ha convertido en una fuerza de intervención de largo alcance dirigida por EE.UU., aclarado por el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, quien informó en una conferencia de la OTAN de que “las tropas de la OTAN tienen que proteger conductos que transportan petróleo y gas dirigido hacia Occidente”, y más generalmente proteger rutas marítimas utilizadas por buques cisterna y otra “infraestructura crucial” del sistema energético.
Las doctrinas de Gran Área permiten claramente intervenciones militares a voluntad. La conclusión fue claramente articulada por el gobierno de Clinton, que declaró que EE.UU. tiene derecho a utilizar la fuerza militar para asegurar “el acceso libre a mercados clave, suministros de energía, y recursos estratégicos”, y tiene que mantener inmensas fuerzas militares “en posiciones avanzadas” en Europa y Asia “con el fin de conformar las opiniones de la gente sobre nosotros” y “conformar eventos que afectarán nuestra subsistencia y nuestra seguridad”.
Los mismos principios rigieron en la invasión de Iraq. Cuando el fracaso de EE.UU. para imponer su voluntad fue innegable, ya no fue posible ocultar los verdaderos objetivos de la invasión detrás de hermosa retórica. En noviembre de 2007, la Casa Blanca publicó una Declaración de Principios exigiendo que las fuerzas de EE.UU. permanecieran indefinidamente en Iraq y comprometiendo a Iraq a privilegiar a los inversionistas estadounidenses. Dos meses después, el presidente Bush informó al Congreso de que rechazaría la legislación que pudiera limitar el estacionamiento permanente de fuerzas armadas de EE.UU. o “el control de EE.UU. de los recursos petrolíferos de Iraq”, demandas que EE.UU. tuvo que abandonar pronto frente a la resistencia iraquí.
En Túnez y Egipto los recientes levantamientos han logrado victorias impresionantes, pero como informó la Fundación Carnegie, aunque han cambiado, los regímenes subsisten: “Un cambio en las elites gobernantes y del sistema de gobierno sigue siendo un objetivo distante”. El informe discute los obstáculos interiores para la democracia, pero ignora los exteriores, que siempre han sigo significativos.
Es seguro que EE.UU. y sus aliados occidentales harán todo lo que puedan para impedir una auténtica democracia en el mundo árabe. Para comprender el motivo basta con considerar los estudios de la opinión árabe realizados por agencias de sondeo de EE.UU. Aunque apenas se ha informado al respecto, son ciertamente conocidos por los planificadores. Revelan que en su abrumadora mayoría, los árabes consideran a EE.UU. e Israel como las mayores amenazas que enfrentan: EE.UU. es considerado de esa manera por un 90% de los egipcios, en la región generalmente por más de un 75%. Algunos árabes consideran que Irán es una amenaza: un 10%. La oposición a la política de EE.UU. es tan fuerte que una mayoría cree que la seguridad mejoraría si Irán tuviera armas nucleares, en Egipto, un 80%. Otras cifras son similares. Si la opinión pública influenciara la política, no sólo EE.UU. no controlaría la región, sino que sería expulsado de ella, debilitando los principios fundamentales de dominación global.
La mano invisible del poder
El apoyo a la democracia cae dentro de la competencia de ideólogos y propagandistas. En el mundo real, la aversión hacia la democracia de la elite es la norma. La evidencia de que la democracia sólo se apoya mientras contribuye a objetivos sociales y económicas es abrumadora, una conclusión aceptada renuentemente por los eruditos más serios.
El desdén de la elite por la democracia se reveló drásticamente en la reacción a las revelaciones de WikiLeaks. Las que recibieron más atención, con eufóricos comentarios, fueron los cables que informaron sobre el apoyo de los árabes a la posición de EE.UU. con respecto a Irán. Se referían a los dictadores en el poder. No se mencionaban las actitudes del público. El principio guía fue articulado claramente por el especialista de la Fundación Carnegie Medio Oriente Marwan Muasher, ex alto funcionario del gobierno jordano: “No hay nada malo, todo está bajo control”. En pocas palabras, si los dictadores nos apoyan, ¿qué otra cosa podría importar?
La doctrina Muasher es racional y venerable. Para mencionar un solo caso que es muy relevante en la actualidad, en una discusión interna en 1958, el presidente Eisenhower expresó preocupación por “la campaña de odio” contra nosotros en el mundo árabe, no por los gobiernos, sino por el pueblo. El Consejo Nacional de Seguridad (NSC) explicó que existe una percepción en el mundo árabe de que EE.UU. apoya dictaduras y bloquea la democracia y el desarrollo para asegurar el control de los recursos de la región. Además, la percepción es bastante exacta, concluyó el NSC, y es lo que deberíamos hacer: basarnos en la doctrina Muasher. Estudios del Pentágono realizados después del 11-S confirmaron que lo mismo sigue siendo válido.
Es normal que los vencedores tiren la historia al cubo de la basura y que las víctimas la tomen en serio. Tal vez puedan ser útiles algunas breves observaciones sobre este importante tema. Ésta no es la primera ocasión en la cual Egipto y EE.UU. enfrentan problemas semejantes y se mueven en direcciones opuestas. Lo mismo fue válido a principios del Siglo XIX.
Historiadores económicos han argumentado que Egipto estaba bien colocado para emprender un rápido desarrollo económico al mismo tiempo que EE.UU. Ambos países tenían una rica agricultura, incluido el algodón, base de la temprana revolución industrial, aunque, a diferencia de Egipto, EE.UU. tuvo que desarrollar la producción de algodón y una fuerza laboral mediante la conquista, el exterminio y la esclavitud, con consecuencias que ahora mismo son evidentes en las reservas para los sobrevivientes y las prisiones que se han expandido rápidamente desde los años de Reagan para albergar a la población superflua desechada por la desindustrialización.
Una diferencia fundamental fue que EE.UU. había logrado la independencia y por ello estaba libre para ignorar las prescripciones de la teoría económica, suministrada entones por Adam Smith en términos bastante similares a los que predican actualmente a las sociedades en desarrollo. Smith instó a las colonias liberadas a producir productos primarios para la exportación y a importar manufacturas británicas superiores, y ciertamente a no intentar el monopolio de bienes cruciales, sobre todo algodón. Cualquier otro camino, advirtió Smith, “retardaría en lugar de acelerar el aumento en el valor de su producción anual y obstruiría en lugar de promover el progreso de su país hacia la verdadera riqueza y grandeza”.
Después de lograr su independencia, las colonias pudieron ignorar su consejo y seguir el camino de Inglaterra en el desarrollo guiado por el Estado independiente, con altos aranceles para proteger la industria contra exportaciones británicas, primero textiles, después acero y otros, y para adoptar otros muchos instrumentos con el fin de acelerar el desarrollo industrial. La república independiente también buscó la obtención de un monopolio del algodón para “colocar a todas las demás naciones a nuestros pies”, particularmente al enemigo británico, como anunciaron los presidentes jacksonianos mientras conquistaban Texas y la mitad de México.
Un camino comparable en Egipto fue bloqueado por el poder británico. Lord Palmerston declaró que “ninguna idea de ecuanimidad [hacia Egipto] debería ser un obstáculo para intereses tan grandes y superiores” de Gran Bretaña como la preservación de su hegemonía económica y política, expresando su “odio” hacia el “ignorante bárbaro” Muhammed Ali quien se atrevió a buscar un camino independiente, y el despliegue de la flota y el poder financiero de Gran Bretaña para terminar con la búsqueda de independencia y de desarrollo económico de Egipto.
Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando EE.UU. desplazó a Gran Bretaña como el "hegemónico" global, Washington adoptó la misma posición, dejando claro que EE.UU. no suministraría ayuda a Egipto a menos que se adhiriera a las reglas estándar para los débiles, que EE.UU. siguió violando, imponiendo altos aranceles para excluir el algodón egipcio y causando una debilitadora escasez de dólares. La interpretación usual de los principios del mercado.
No es muy sorprendente que la “campaña de odio” contra EE.UU. que preocupó a Eisenhower se haya basado en el reconocimiento de que EE.UU. apoya a los dictadores y bloquea la democracia y el desarrollo, tal como lo hacen sus aliados.
En defensa de Adam Smith, habría que agregar que reconoció lo que pasaría si Gran Bretaña seguía las reglas de la economía sensata, llamada ahora “neoliberalismo”. Advirtió de que si los fabricantes, comerciantes, e inversionistas británicos se volvían hacia el extranjero, podrían beneficiarse pero que Inglaterra sufriría. Pero pensó que se guiarían por un sesgo nacional, de manera que una mano invisible ahorraría a Inglaterra los estragos de la racionalidad económica.
Es difícil dejar de ver el pasaje. Es la única aparición de la famosa frase “mano invisible” en La Riqueza de las Naciones. El otro importante fundador de la economía clásica, David Ricardo, sacó conclusiones semejantes, esperando que la inclinación por el interior llevaría a las personas acaudaladas a “estar satisfechas con la baja tasa de beneficios en su propio país, en lugar de buscar un empleo más ventajoso de su riqueza en países foráneos”, sentimientos que, agregó, “lamentaría que se debilitaran”. Dejando de lado sus predicciones, los instintos de los economistas clásicos eran sanos.
Las “amenazas” china e iraní
El levantamiento por la democracia en el mundo árabe se compara a veces con Europa Oriental en 1989, pero sobre la base de motivos dudosos. En 1989, el levantamiento por la democracia fue tolerado por los rusos y apoyado por las potencias occidentales siguiendo doctrinas estándar: se ajustaba claramente a objetivos económicos y estratégicos, y por lo tanto era un logro noble, muy honorado, a diferencia de las luchas al mismo tiempo “por defender los derechos humanos fundamentales” en Centroamérica, en palabras del asesinado arzobispo de El Salvador, uno de los cientos de miles de víctimas de fuerzas militares armadas y entrenadas por Washington. No hubo ningún Gorbachov en Occidente durante todos esos horrendos años, y no hay ninguno ahora. Y el poder occidental sigue siendo hostil a la democracia en el mundo árabe por buenas razones.
Las doctrinas del Gran Área siguen aplicándose a crisis y confrontaciones contemporáneas. En los círculos que toman las decisiones políticas y en el comentario político occidental, la amenaza iraní se considera la que plantea el mayor peligro para el orden mundial y por lo tanto debe ser el enfoque primordial de la política exterior de EE.UU., y Europa sigue el rastro cortésmente.
¿Cuál es exactamente la amenaza iraní? Una respuesta fidedigna es suministrada por el Pentágono y los servicios de inteligencia de EE.UU. Informando el año pasado sobre la seguridad global, aclaran que la amenaza no es militar. Los gastos militares de Irán son “relativamente bajos en comparación con el resto de la región”, concluyen. Su doctrina militar es “estrictamente defensiva, diseñada para desacelerar una invasión e imponer una solución diplomática a las hostilidades”. Irán tiene “una capacidad limitada de proyectar fuerzas más allá de sus fronteras”. Con respecto a la opción nuclear: “El programa nuclear de Irán y su disposición a mantener abierta la posibilidad de desarrollar armas nucleares es parte central de su estrategia de disuasión”. Todo citas.
El brutal régimen clerical es indudablemente una amenaza para su propio pueblo, aunque difícilmente supera a los aliados de EE.UU. en ese terreno. Pero la amenaza yace en otra parte, y es ciertamente de mal agüero. Un elemento es la capacidad de disuasión de Irán, un ejercicio ilegítimo de soberanía que podría interferir con la libertad de acción de EE.UU. en la región. Salta a la vista por qué Irán buscaría una capacidad disuasiva; una mirada a las bases militares y las fuerzas nucleares de la región basta para explicarlo.
Hace siete años, el historiador militar israelí Martin van Creveld escribió que “El mundo ha presenciado cómo EE.UU. atacó Iraq sin motivos, como se comrpobó. Si los iraníes no intentara producir armas nucleares, estarían locos”, en especial cuando están bajo una amenaza constante de ataque en violación de la Carta de la ONU. Queda por ver si lo están haciendo, pero tal vez sea así.
Pero la amenaza de Irán va más allá de la disuasión. También trata de expandir su influencia a los países vecinos, destacan el Pentágono y los servicios de inteligencia de EE.UU., y “desestabilizar” de esta manera la región (en términos técnicos del discurso de política exterior). La invasión y ocupación militar de los vecinos de Irán es “estabilización”. Los esfuerzos de Irán por extender su influencia a ellos es “desestabilización”, por lo tanto son evidentemente ilegítimos.
Semejante costumbre es rutinaria. Por lo tanto el destacado analista de política exterior James Chace, utilizó correctamente el término “estabilidad” en su sentido técnico cuando explicó que a fin de lograr “estabilidad” en Chile fue necesario “desestabilizar” el país (derrocando al gobierno elegido de Salvador Allende e instalando la dictadura del general Augusto Pinochet). Es igualmente interesante explorar otras preocupaciones sobre Irán, pero tal vez esto baste para revelar los principios guía y su estatus en la cultura imperial. Como subrayaron los planificadores de Franklin Delano Roosevelt en el alba del sistema mundial contemporáneo, EE.UU. no puede tolerar “ningún ejercicio de soberanía” que interfiera en sus designios globales.
EE.UU. y Europa están unidos en el castigo a Irán por su amenaza a la estabilidad, pero es útil recordar cuán aislados están. Los países no alineados han apoyado vigorosamente el derecho de Irán a enriquecer uranio. En la región, la opinión pública árabe incluso favorece vigorosamente las armas nucleares iraníes. La principal potencia regional, Turquía votó contra la última moción de sanciones iniciada por EE.UU. en el Consejo de Seguridad, junto con Brasil, el país más admirado en el Sur. Su desobediencia condujo a una fuerte censura, no por primera vez: Turquía había sido amargamente condenada en 2003, cuando el gobierno siguió la voluntad de un 95% de la población y se negó a participar en la invasión de Iraq, demostrando así su débil comprensión de la democracia al estilo occidental.
Después de su fechoría en el Consejo de Seguridad el año pasado, Turquía recibió la advertencia del máximo diplomático de Obama para asuntos europeos, Philip Gordon, de que debe “demostrar su compromiso de cooperación con Occidente”. Un experto en el Consejo de Relaciones Exteriores preguntó: “¿Cómo mantener a raya a los turcos?” siguiendo órdenes como buenos demócratas. Lula de Brasil fue amonestado por un titular del New York Times diciendo que su esfuerzo junto a Turquía para dar una solución al problema del enriquecimiento de uranio fuera del marco del poder de EE.UU. era una “Mancha en el legado del líder brasileño”. En breve, haz lo que te decimos, o ya verás.
Un aspecto colateral, efectivamente suprimido, es que el acuerdo Irán-Turquía-Brasil fue aprobado por adelantado por Obama, presumiblemente en la suposición de que fracasaría, suministrando un arma ideológica contra Irán. Cuando tuvo éxito, la aprobación se convirtió en censura, y Washington impuso en el Consejo de Seguridad una resolución tan débil que China la aprobó sin problemas y ahora recibe una reprimenda por ajustarse a la letra de la resolución pero no a las directivas unilaterales de Washington, por ejemplo, en la nueva edición de Foreign Affairs.
Aunque EE.UU. puede tolerar la desobediencia turca, aunque con consternación, cuesta más ignorar a China. La prensa advierte de que “inversionistas y comerciantes chinos llenan ahora un vacío en Irán mientras empresas de muchos otros países, especialmente de Europa, se retiran”, y en particular, está expandiendo su papel dominante en las industrias energéticas de Irán. Washington reacciona con un toque de desesperación. El Departamento de Estado advirtió a China de que si quiere que la acepten en la comunidad internacional –un término técnico que se refiere a EE.UU. y a quienquiera esté de acuerdo con este último– no debe “eludir y evadir responsabilidades internacionales [que] son obvias”: es decir, que siga órdenes de EE.UU. No es probable que China se sienta impresionada.
Hay mucha preocupación por la creciente amenaza militar china. Un reciente estudio del Pentágono advirtió de que el presupuesto militar de China se acerca a “un quinto de lo que el Pentágono gastó para operar y realizar las guerras de Iraq y Afganistán”, una fracción del presupuesto militar de EE.UU., por supuesto. La expansión de las fuerzas militares chinas podría “imposibilitar la capacidad de barcos de guerra estadounidenses de operar en aguas internacionales frente a su costa”, agregó el New York Times.
O sea frente a la costa de China; falta solamente que propongan que EE.UU. elimine fuerzas militares que impidan el acceso al Caribe a los barcos de guerra chinos. La falta de entendimiento de China de las reglas de civilidad internacional es ilustrada además por sus objeciones a los planes de que el ultramoderno portaaviones a propulsión nuclear George Washington se una a ejercicios navales a pocos kilómetros frente a la costa de China, con una supuesta capacidad para atacar Pekín.
Al contrario, Occidente comprende que EE.UU. emprende todas esas operaciones para defender la estabilidad y su propia seguridad. El liberal New Republic expresa su preocupación porque “China envió diez barcos de guerra por aguas internacionales frente a la isla japonesa de Okinawa”. Evidentemente es una provocación, a diferencia del hecho, no mencionado, de que Washington ha convertido esa isla en una importante base militar a pesar de las vehementes protestas de sus habitantes. No es una provocación, sobre la base del principio estándar de que somos dueños del mundo.
Dejando de lado la profundamente arraigada doctrina imperial, hay buenos motivos para que los vecinos de China estén preocupados por su creciente poder militar y comercial. Y aunque la opinión árabe apoya un programa iraní de armas nucleares, ciertamente no deberíamos hacerlo. La literatura de política exterior está repleta de propuestas sobre cómo contrarrestar la amenaza. Pocas veces mencionan una manera obvia: trabajar para establecer una zona libre de armas nucleares en la región (NWFZ). El tema se presentó (de nuevo) en la conferencia del Tratado de No Proliferación (TNP) en la sede de las Naciones Unidas en mayo pasado. Egipto, como presidente de las 118 naciones del Movimiento de los No Alineados pidió negociaciones para una NWFZ en Medio Oriente, como fue aceptado por Occidente, incluido EE.UU., en la conferencia de revisión del TNP en 1995.
El apoyo internacional es tan abrumador que Obama lo aceptó, formalmente. Es una excelente idea, informó Washington a la conferencia, pero no ahora. Además, EE.UU. dejó claro que hay que exceptuar a Israel: ninguna propuesta puede pedir que el programa nuclear de Israel se coloque bajo los auspicios del Organismo Internacional de Energía Atómica o que se publique información sobre “las instalaciones y actividades nucleares de Israel”. Y que no se hable más de este método de encarar la amenaza nuclear iraní.
Privatizando el planeta
Aunque la doctrina de la Gran Área sigue prevaleciendo, la capacidad para implementarla ha disminuido. El pico del poder de EE.UU. fue después de la Segunda Guerra Mundial, cuando literalmente poseía la mitad de la riqueza del mundo. Pero eso declinó naturalmente cuando otras economías se recuperaron de la devastación de la guerra y la descolonización emprendió su tormentoso camino. A principios de los años setenta, la parte de EE.UU. en la riqueza global había disminuido a cerca de un 25%, y el mundo industrial se había hecho tripolar: Norteamérica, Europa, y Asia del Este (entonces centrada en Japón).
En los años setenta también hubo un abrupto cambio en la economía de EE.UU., hacia la financialización y la exportación de la producción. Una variedad de factores convergió para crear un ciclo cruel de concentración radical de la riqueza, sobre todo en el 1% superior de la población –en particular directores ejecutivos, gerentes de fondos de alto riesgo, etc.- Eso lleva a la concentración del poder político, de ahí a políticas estatales de aumentar la concentración económica: políticas fiscales, reglas de gobierno corporativo, desregulación, y muchas cosas más. Mientras tanto, los costes de campañas electorales aumentaron enormemente, llevando a los partidos a los bolsillos del capital concentrado, cada vez más financiero: los republicanos por reflejo, los demócratas –ya eran como los que solían ser republicanos moderados– no se quedaron muy atrás.
Las elecciones se han convertido en una charada dirigida por la industria de las relaciones públicas. Después de su victoria de 2008, Obama ganó un premio de la industria por la mejor campaña de mercadeo del año. Los ejecutivos estaban eufóricos. En la prensa empresarial explicaron que habían estado mercadeando candidatos como otras mercancías desde Ronald Reagan, pero 2008 fue su mayor logro y cambiaría el estilo en los consejos corporativos. Se espera que la elección de 2012 cueste 2.000 millones de dólares, sobre todo en fondos de las corporaciones. No es de extrañar que Obama esté seleccionando a hombres de negocios para las máximas posiciones. El público está enojado y frustrado, pero mientras prevalezca el principio Muasher [“Siempre y cuando la gente esté tranquila y pasiva, vamos a hacer lo que queramos”. N. del T.], eso no importa.
Mientras la riqueza y el poder se han concentrado fuertemente, para la mayoría de la población los ingresos reales se estancaron y la gente se las ha arreglado con más horas de trabajo, deudas e inflación de los activos, destruidos regularmente por las crisis financieras que comenzaron cuando el aparato regulador fue desmantelado desde los años ochenta.
Nada de esto es problemático para los muy ricos, que se benefician de una póliza de seguro del gobierno llamada “demasiado grande para caer”. Los bancos y firmas de inversión pueden hacer transacciones arriesgadas, con grandes beneficios, y cuando el sistema se derrumba inevitablemente, pueden ir corriendo donde papá Estado a pedir un rescate con dineros públicos, aferrados a sus copias de Friedrich Hayek y Milton Friedman.
Ése ha sido el proceso regular desde los años de Reagan, cada crisis más extrema que la anterior –es decir, para la población general-. Ahora mismo, el verdadero desempleo está a niveles de la Depresión para gran parte de la población, mientras Goldman Sachs, uno de los principales arquitectos de la actual crisis, es más rico que nunca. Acaba de anunciar tranquilamente 17.500 millones de dólares en compensaciones por el año pasado, y su presidente ejecutivo, Lloyd Blankfein, recibió una bonificación de 12,6 millones mientras que triplica su salario base.
No tendría sentido concentrar la atención en hechos semejantes. Por lo tanto, la propaganda tiene que tratar de culpar a otros; en los últimos meses: los trabajadores del sector público, sus inmensos salarios, exorbitantes jubilaciones, etc.; todo fantasía, basada en el modelo de la imaginería "reaganita" de madres negras conducidas en sus limusinas a cobrar sus cheques de la asistencia social, y otros modelos que sobra mencionar. Todos tenemos que apretarnos los cinturones; es decir, casi todos.
Los maestros constituyen un objetivo particularmente bueno, como parte del esfuerzo deliberado por destruir el sistema de educación desde la guardería infantil hasta las universidades, mediante la privatización, de nuevo, bueno para los ricos, pero un desastre para la población, así como para la salud a largo plazo de la economía, pero es una de las externalidades que se deja de lado mientras prevalezcan los principios del mercado.
Otro excelente objetivo, siempre, son los inmigrantes. Ha sido así durante toda la historia de EE.UU., aún más en tiempos de crisis económica, exacerbada ahora por un sentido de que nos están quitando nuestro país: la población blanca se convertirá pronto en una minoría. Se puede comprender la cólera de individuos agraviados, pero la crueldad de la policía es estremecedora.
¿Quiénes son los inmigrantes en cuestión? En el este de Massachusetts, donde vivo, muchos son mayas que huyeron del genocidio en las tierras altas guatemaltecas realizado por los asesinos favoritos de Reagan. Otros son mexicanos, víctimas del NAFTA de Clinton, uno de esos raros acuerdos gubernamentales que se las han arreglado para dañar a la gente en los tres países afectados. Cuando el NAFTA se aprobó bajo presión en el Congreso en 1994, pasando por alto las objeciones populares, Clinton también inició la militarización de la frontera entre EE.UU. y México, que antes era bastante abierta. Se comprendió que los campesinos mexicanos no pueden competir con la agroindustria estadounidense altamente subvencionada, y que las empresas mexicanas no pueden sobrevivir a la competencia con las multinacionales de EE.UU., que deben recibir “trato nacional” bajo los mal bautizados acuerdos de libre comercio, un privilegio otorgado solo a personas corporativas, no a las de carne y hueso. No es sorprendente que esas medidas hayan llevado a una inundación de refugiados desesperados, y a provocar una histeria contra los inmigrantes por parte de las víctimas de las políticas estatales-corporativas dentro del país.
Parece que en Europa sucede lo mismo, donde es probable que el racismo esté aún más desmandado que en EE.UU. Uno puede quedarse pasmado al ver que Italia se queja del flujo de refugiados de Libia, escenario del primer genocidio posterior a la Primera Guerra Mundial, en el ahora liberado Este, a manos del gobierno fascista de Italia. O cuando Francia, que sigue siendo actualmente el principal protector de las brutales dictaduras en sus antiguas colonias, se las arregla para olvidar sus horrendas atrocidades en África, mientras el presidente francés Nicolás Sarkozy advierte sombríamente contra el “flujo de inmigrantes” y Marine Le Pen objeta que no hace nada para impedirlo. No necesito mencionar a Bélgica que podría ganar el premio de lo que Adam Smith llamó “la salvaje injusticia de los europeos”.
El ascenso de partidos neofascistas en gran parte de Europa sería un fenómeno aterrador incluso si no recordáramos lo que sucedió en el continente en el pasado reciente. Hay que imaginar la reacción si los judíos estuvieran siendo expulsados de Francia hacia la miseria y la opresión, y luego se presencia la falta de reacción ante lo que sucede a los gitanos, también víctimas del Holocausto y la población más brutalizada de Europa.
En Hungría, el partido neofascista Jobbik obtuvo un 17% de los votos en las elecciones nacionales, lo que tal vez no sea sorprendente dado que tres cuartos de la población piensa que les va peor que bajo el régimen comunista. Podríamos sentirnos aliviados de que en Austria el ultraderechista Jörg Haider haya obtenido solo un 10% de los votos en 2008, si no fuera por el hecho que el nuevo Partido de la Libertad, desbordándolo por la extrema derecha, obtuvo más de un 17%. Es escalofriante recordar que, en 1928, los nazis obtuvieron menos de un 3% de los votos en Alemania.
En Inglaterra el Partido Nacional Británico y la Liga Inglesa de Defensa, en la derecha ultra-racista, son fuerzas importantes. (Lo que pasa en Holanda lo sabéis demasiado bien.) En Alemania el lamento de Thilo Sarrazin de que los inmigrantes están destruyendo el país fue un enorme éxito de ventas, mientras la canciller Angela Merkel, aunque condenó el libro, declaró que el multiculturalismo había “fracasado del todo”: los turcos importados para hacer el trabajo sucio en Alemania no se convierten en rubios de ojos azules, verdaderos arios.
Los que tengan sentido de la ironía recordarán que Benjamin Franklin, uno de los personajes principales de la Ilustración, advirtió de que las colonias recién liberadas deberían tener cuidado al permitir la inmigración de alemanes, porque eran demasiado morenos; los suecos también. Llegado el Siglo XX, los mitos ridículos de pureza anglosajona eran comunes en EE.UU., incluso entre presidentes y otras personalidades destacadas. El racismo en la cultura literaria ha sido una obscenidad flagrante; mucho peor en la práctica, sobra decirlo. Es mucho más fácil erradicar la poliomielitis que esa horrenda plaga, que regularmente se vuelve más virulenta en tiempos de penuria económica.
No quiero terminar sin mencionar otra externalidad que se desestima en los sistemas de mercado: la suerte de las especies. Un riesgo sistémico en el sistema financiero puede ser remediado por el contribuyente, pero nadie acudirá al rescate si se destruye el medioambiente. Que hay que destruirlo es casi un imperativo institucional. Los dirigentes empresariales que realizan campañas de propaganda para convencer a la población de que el antropogénico calentamiento global es un engaño liberal saben perfectamente cuán grave es la amenaza, pero tienen que maximizar los beneficios a corto plazo y su penetración en el mercado. Si no lo hacen, algún otro lo hará.
Este ciclo vicioso puede resultar letal. Para ver cuán grave es el peligro, basta con analizar el nuevo Congreso de EE.UU. llevado al poder por la financiación y propaganda de las empresas. Casi todos sus miembros niegan el cambio climático. Ya han comenzado a recortar los fondos para medidas que podrían mitigar una catástrofe ecológica. Peor todavía, algunos son verdaderos creyentes; por ejemplo, el nuevo jefe de un subcomité sobre el medio ambiente explicó que el calentamiento global no puede ser un problema, porque Dios prometió a Noé que no habría otro diluvio.
Si cosas semejantes estuvieran ocurriendo en algún país pequeño y remoto, podríamos morirnos de risa. No cuando suceden en el país más rico y poderoso del mundo. Y antes de reír, también podríamos considerar que la actual crisis económica puede rastrearse en gran medida a la fe fanática en dogmas como la hipótesis del mercado eficiente y en general a lo que el Nobel Joseph Stiglitz, hace quince años, llamó la “religión” que mejor conocen los mercados, que impidió que el banco central y los economistas detectaran una burbuja inmobiliaria de 8 billones [millones de millones] de dólares que no tenía ninguna base en fundamentos económicos, y que devastó al país cuando estalló.
Todo esto, y mucho más, podrá continuar mientras prevalezca la doctrina de Muasher. Mientras la población general sea pasiva, apática, desviada hacia el consumismo o hacia el odio a los vulnerables, los poderosos podrán hacer lo que les dé la gana, y los que sobrevivan tendrán que contemplar el resultado.

Noam Chomsky es profesor emérito del Instituto en el Departamento de Lingüística y Filosofía del MIT. Es autor de numerosas obras políticas que son éxitos de venta. Sus últimos libros son una nueva edición de Power and Terror, The Essential Chomsky (editado por Anthony Arnove), una colección de sus escritos sobre política y lenguaje desde los años cincuenta hasta el presente, Gaza in Crisis, con Ilan Pappé, y Hopes and Prospects. Este artículo se ha adaptado de una conferencia impartida en Amsterdam en marzo.
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Walter Bulacio (20 años después de su asesinato)

El 26 de abril de 1991 Walter Bulacio, 17 años, murió en el Sanatorio Mitre, una semana después de ser detenido arbitrariamente por la Policía Federal, la noche del 19 de abril, en la puerta del Estadio Obras a la espera del recital de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Junto a 73 personas más, incluyendo varios menores, Walter fue subido a los golpes a los colectivos preparados para el operativo policial que culminó en los calabozos de la comisaría 35º del barrio porteño de Núñez. Allí el comisario, Miguel Ángel Espósito lo golpeó brutalmente en la cabeza provocándole, días más tarde, la muerte.
Hoy, tras 20 años, el comisario sigue impune y no hay ningún detenido en la causa. En esta nota especial para lavaca, Julieta Colomer, una de las fundadoras de la Mesa de Escrache Popular, sintetiza lo que para su generación representa este caso.
Caer por estar parado
Un grafiti pintado en la pared de la comisaría 35º es el comienzo de una historia. La historia de Walter Bulacio. La historia que comienza luego de su muerte.
En la madrugada del 20 de abril, Nazareno, amigo de Walter, detenido junto a él, dejó grabado un mensaje en la pared del calabozo. Un año más tarde, en mayo de 1992, María del Carmen Verdú, abogada de la familia Bulacio e integrante de Correpi (Coordinadora de lucha contra la represión policial e institucional), organización nacida al calor de la movilización popular tras la muerte de Walter, comienza a descifrarlo al encontrar una fotografía de aquel grafiti, dentro del expediente judicial: “Jorge, Walter, Kiko, Erik, Leo, Nico, Nazareno, Betu y Héctor. CAIMOS POR ESTAR PARADOS”. 19/4/91.
“Lo que quiso decir Nazareno -cuenta María del Carmen Verdú- es que los detuvieron por estar parados, haciendo nada, por estar inmóviles, pero para mí fue simbólico porque así de inmóvil estaba el conjunto del campo popular por aquellos años”.
¿Qué piensan los jóvenes que hoy tienen 20 años sobre el gatillo fácil y el accionar represivo de las fuerzas de seguridad? ¿Qué piensan de las detenciones arbitrarias por averiguación de antecedentes? ¿Qué saben del maltrato y las torturas en cárceles y comisarías? ¿Qué piensan los que aún no habían nacido cuando Walter moría, acerca de lo que es la seguridad? ¿Qué saben de la historia de Walter Bulacio, el joven de Aldo Bonzi, que murió a los 17 años y se convirtió en bandera? María del Carmen Verdú, se dedicó a sistematizar el laberinto judicial que, en el transcurso de estos 20 años, transitó la causa Bulacio. En su libro Represión en democracia detalla minuciosamente “la larga serie de dictámenes y resoluciones judiciales que demuestran que el Estado Argentino y todos sus gobiernos democráticos desde 1991 han silenciado el caso garantizando la impunidad de los responsables y preservando sus herramientas represivas.”
Un cuadro sinóptico resume los trámites que insumió la causa, desde sus inicios en 1991, hasta diciembre de 2008. En 17 páginas, Verdú despliega cada paso en busca de justicia, que transitó desde los juzgados ordinarios hasta los tribunales internacionales de derechos humanos, obteniendo, en todos estos años, la misma respuesta: impunidad.
Las demoras judiciales para seguir el caso, la prisión preventiva al comisario Espósito sólo por el delito de privación ilegítima de la libertad, el sobreseimiento de los otros delitos, el sobreseimiento posterior del comisario procesado, son algunos ejemplos de las idas y vueltas que debió atravesar el caso. En 1997 ante la persistencia de demoras judiciales, que implican una violación a la obligación del Estado de administrar justicia, la abogada de la familia Bulacio presentó una denuncia contra el Estado Argentino ante la CIDH, Comisión Interamericana de Derechos Humanos, considerando violados los derechos, garantizados por la Convención Interamericana de Derechos Humanos: a la vida, a la integridad física, a la libertad y a un recurso judicial sencillo y rápido.
3.160

3.160 es la cantidad de jóvenes muertos por la represión policial desde 1983 a la actualidad, que Correpi lleva contabilizados para demostrar que no se trata de casos aislados, de “excesos o errores del personal policial” sino de una práctica sistemática basada en el control social y el disciplinamiento de los pibes pobres. El caso Walter Bulacio dio visibilidad a los muchos otros que se dan cotidianamente en los barrios marginados de todo el país, en democracia y bajo el discurso de los sucesivos gobiernos que, aún hoy, siguen dando legitimidad a la autonomía de las fuerzas de seguridad. De ese modo simulan la desvinculación de responsabilidades de presidentes, gobernadores, intendentes, legisladores, jueces, fiscales, que parecieran no tener incidencia en el accionar policial.
A lo largo de estos años se han presentado variadas tesis, teorías e hipótesis acerca de la autonomía institucional de la policía. Los integrantes de Correpi, por su parte, también han acumulado experiencia y conocimiento y han desarrollado su propia teoría: la represión policial e institucional forma parte de una política de Estado: “No hay otro sistema de libertades en el marco de un sistema capitalista -afirma Verdú- no se ha inventado, ni se va a inventar en un largo tiempo, otra forma de garantizar la explotación que no sea por la fuerza, a través de la opresión. Y para garantizar esa opresión cuando alguien decide que no quiere andar con el lomo agachado, la única herramienta efectiva es la represión. Los distintos gobiernos democráticos, desde 1991 a la actualidad, se apoyaron en la fabricación de consenso, que es un tipo de represión más sutil, invisible y no percibida como represión. Por un lado, están los que conscientemente piden el destacamento policial, la subcomisaria, facultades a los policías para detener pibes, endurecimiento del aparato represivo, baja de la edad de imputabilidad, porque saben que es el modo para garantizar sus privilegios. Y en el extremo opuesto, existe esa otra realidad de cómo ese discurso cala en los que son doblemente víctimas: de la explotación económica, y de esa operación de descerebramiento que les mete en la cabeza el sentido común de la clase enemiga.”
Las lecciones de Walter
Pregunto: ¿Qué nos enseñó el caso Bulacio como sociedad?
“Primero definí sociedad -me interpela Verdú-. Yo no uso ese término, no hay tal cosa como un ente único llamado sociedad. Hay un Estado en el que viven dos clases: los ricos y los pobres. Verdú sintetiza las enseñanzas que dejó el caso de Walter para demostrar su hipótesis:
“A la burguesía le enseñó que tiene que ser más sutil en su forma de reprimir, de hecho se generaron una serie de reformas legislativas y normativas en general a partir del caso Bulacio. Hasta se blanqueó la facultad policial de detener personas en averiguación de antecedentes con la reforma Lázara, en el ámbito nacional, directamente impulsada por la detención y muerte de Walter, con el mismo mecanismo solapado de legitimación como sucedió con el cambio de los edictos policiales por el Código Contravencional. Hasta ese momento, con la ley Lázara teníamos la posibilidad de impugnar la ley de origen de la averiguación de antecedentes que estaba reglada en un decreto de la dictadura. A partir de 1995 tenemos una ley del Congreso Nacional: lo único que se modificó es que ahora se castiga como si fuesen delito conductas que no lo son.”
“A los familiares de los pibes asesinados: les enseñó que hay que organizarse. El caso Bulacio es el que da el espaldarazo final para que, desde ese grupo heterogéneo de militantes antirepresivos que buscábamos camino, termináramos de parir una organización política como Correpi.”
“A los pibes pobres les dejó un emblema de lucha que ha calado hondo, que genera una necesidad de organización independiente y consecuente a partir del ejemplo de todos los casos. Si vas a Fiorito los chicos saben quién fue el Chaco González, saben quién fue Matías Bárzola, conocen la historia de Leandro y Walter, o los conocen como los pibes de la masacre, con mucha más claridad que a Walter Bulacio, que es más lejano en el tiempo. En Moreno las banderas son Cristofer Torres, o el pibe Bolaños, Miguelito Da Silva, el Checho Casal. Casos y familias que hoy están reconocidas, después de muchos años de pelea, por sus vecinos, los compañeros de colegio de sus hijos, sus familiares, como los referentes en la lucha antirrepresiva en esos barrios. En Morón el símbolo es Sergio Durán, en Ciudad Evita el Pule Otero, en Rafael Castillo, el Peca Rivero, en Talar de Pacheco, Romina Lemos y sigue la lista…”
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La trama que actualiza el crimen de un obispo

En el supuesto secuestro de un testigo subyace una trama de impunidad. Habla el militar acusado por la muerte de Ponce de León
Tras el tercer timbrazo, del otro lado de la línea emergió una voz ajada y quebradiza con un saludo casi inaudible. Luego, se escuchó un jadeo.
–Con el señor Manuel, por favor.
–Soy yo. ¿De parte de quién?
Al oír la condición periodística de su interlocutor, su reacción fue increíble:
– ¡No soy yo! Digo, no soy el señor Manuel.
– ¿Y quién se supone que es usted? –quiso saber Miradas al Sur.
–Un vecino. Sólo estoy cuidando la casa.
Su tono sonaba inverosímil.
–No se asuste, coronel. Sólo quiero hacerle una pregunta.
La respuesta de aquel hombre fue el silencio. Pero no cortó la comunicación; a través del auricular se asomaba su jadeo. Finalmente, dijo:
– ¿Qué es lo que quiere?
Su tono ahora era lastimoso.
Hace siete lustros, las cuerdas vocales del entonces teniente coronel Manuel Fernando Saint Amant irradiaban una resonancia más enérgica. Una frase suya le quedaría grabada al obispo de San Nicolás, Carlos Ponce de León, en ocasión de interceder por ocho curas detenidos: “Sí. Los tengo yo. ¿Y qué? Voy a hacer desaparecer a todos los que están con usted”, le contestó el uniformado, antes de hacer una pausa como para medir la reacción del otro. Después, agregó: “A usted todavía no puedo porque es obispo”.
Unas semanas después, durante la madrugada del 11 de julio de 1977, Ponce de León moriría luego de que su vehículo fuera embestido en la ruta 9 por una camioneta. El obispo iba a Buenos Aires con una carpeta para la Nunciatura Apostólica con datos sobre secuestros en San Nicolás y Villa Constitución. Lo acompañaba su ahijado, Víctor Oscar Martínez, de 19 años, quien sobrevivió al presunto accidente que habría sido planificado –a imagen y semejanza del episodio en el que perdió la vida el obispo de La Rioja, Enrique Angelelli– nada menos que por Saint Amant. Eso es lo que, en el transcurso de los años, declararía Martínez ante la Justicia Federal.
Casi en la medianoche del miércoles pasado, Martínez fue encontrado en una esquina del barrio de Flores. No se sabía nada de él desde la tarde del lunes 18 de abril. Ello puso en vilo al Gobierno Nacional y a los organismos de derechos humanos, frente a la posibilidad de que esa ausencia derivara en una remake del caso Julio López. Según Martínez, sus captores –tres sujetos que matizaron su cautiverio con psicofármacos y amenazas– le advirtieron: “Dejá de joderlo al juez”. Se referían –siempre según Martínez– a Carlos Villafuerte Ruzo, quien tiene a su cargo el expediente por la muerte de Ponce de León. Es que ambos mantienen un entredicho: Villafuerte Ruzo lo procesó por “falso testimonio agravado” y el testigo le inició una querella por “persecución religiosa”. El jueves, Martínez ratificó su versión del secuestro ante el titular de la Fiscalía Nº 31, Aldo de la Fuente.
Fue en ese mismo instante cuando, desde su hogar de la calle Edison 402, de San Isidro, Saint Amant dijo por teléfono a Miradas al Sur: “¿Que es lo que quiere?”
–Hablar sobre Ponce de León.
– ¿Y yo que tengo que ver con él?
–Usted está sospechado de ser el autor intelectual de su asesinato.
–Es una falacia. Ese hombre murió en un accidente vial. Jamás se probó lo contrario.
–Antes de morir, usted lo amenazó.
–Otra mentira.
–Las amenazas están documentadas.
– ¡Falso! Sólo teníamos algunas diferencias. Usted se olvida que en ese momento había una guerra.
Dicho esto, se escuchó el click que dio por finalizada la llamada.
La espada y el calvario. Egresado del Colegio Militar en 1951, el teniente coronel Saint Amant en 1976 fue nombrado jefe del área 132 y del Batallón de Ingenieros de Combate 101, con asiento en San Nicolás. Por entonces, ese hombre que combinaba el uniforme de fajina con unas gafas negras que lo hacían perecer un personaje salido de una película de Costa Gavras, se halló a sus anchas en su nuevo destino. Es que allí brillaban organizaciones católicas integristas como los Legionarios de Cristo Rey y Tradición, Familia y Propiedad. Con tales grupos estaba vinculado un acérrimo enemigo del obispo, el abogado de Somisa –y, con posterioridad, defensor oficial de los Tribunales Federales– Héctor Hernández. Durante su investigación sobre la complicidad de la jerarquía católica con la dictadura, el periodista Horacio Verbitsky exhumó en el archivo de la Cancillería un esquema manuscrito –con una caligrafía idéntica a la de Hernández– en el que figuran nombres y delaciones sobre los sacerdotes de esa ciudad.
El primer informe que Saint Amant envió al jefe del Primer Cuerpo del Ejército, general Guillermo Suárez Mason, constituyó una virtual condena a muerte para Ponce de León. Allí, el teniente coronel consigna que en San Nicolás, “los cuadros más importantes de Montoneros y el ERP salieron de la Iglesia”. Califica al obispo y a sus sacerdotes como “lobos vestidos de ovejas”. Y con respecto a la figura misma de Ponce de León señala que “hace falta lucidez intelectual y cierto coraje para entender que un obispo es traidor a la Iglesia, y para obrar sin el respeto que la doctrina enseña para con el sacerdote cuando éste está destruyendo su Patria y su fe. No sería posible tener éxito en la lucha contra la subversión si no se erradican los males expresados”.
Dos días antes del fatídico 11 de julio, dos agentes de inteligencia acudieron a un sanatorio bonaerense en donde estaba internado el seminarista Nicolás Gómez. Querían saber cuándo el obispo iría a visitarlo. También preguntaron por la carpeta que Ponce de León tenía planeado llevar a la Nunciatura Apostólica. Ya se sabe que a las seis de la mañana de ese lunes, el Renault 6 en el que iban el sacerdote y Martínez fue embestido por una pick up Ford F100, conducida por un tal Luis Antonio Martínez, quien estaba acompañado por Carlos Sergio Bottini, un presunto hacendado que manifestó ser gerente de una empresa llamada Agropolo.
Ahora se sabe que Luis Martínez tenía –a raíz de un accidente automóvilístico sucedido tres años antes en González Catán– una causa penal por “homicidio culposo de un NN”. Y que la firma Agropolo funcionaba en una oficina ubicada en Viamonte 1866, a metros del cuartel general del Batallón 601. Cabe destacar que, por regla, dicho organismo no permitía que alguien fuera de su control comprara o alquilara locales vecinos. No menos sugestivo es que Bottini fuera el hermano menor de Alejandro Atilio Bottini, un agente civil que prestaba servicios en la Jefatura II de Inteligencia del Ejército, de la cual dependía el Batallón 601.
El socio del silencio. Hay un hecho que pinta al juez Villafuerte Ruzo por entero. En la madrugada del 17 de septiembre de 1999, al intervenir en la toma de rehenes de la sucursal Villa Ramallo del Banco Nación, ese hombre enjuto y macilento departía con los máximos jefes de la Bonaerense en un aula de la escuela en la que se había constituido el Comité de Crisis. Cuando los asaltantes se disponían a emprender la retirada, un oficial le pidió instrucciones. Por toda respuesta, el magistrado palideció. Y al sonar los primeros disparos, para sorpresa de sus contertulios, se tiró boca abajo al piso.
Oriundo de San Isidro, profundamente católico, cuñado del general retirado Enrique Benjamín Bonifacio –un represor que en la dictadura fue jefe del Regimiento de Infantería de Mendoza–, Villafuerte Ruzo adquirió fama –además de pedidos de recusación y de juicios políticos– por obstaculizar investigaciones sobre delitos de lesa humanidad. Al respecto, ayudó hasta donde pudo al ahora condenado subcomisario Luis Abelardo Patti y también es autor de una verdadera perla procesal: culpabilizar de la apropiación de un bebé a sus propios padres, quienes fueron víctimas de la represión (caso Manuel Gonçalves). Su actuación en la causa por la muerte de Ponce de León –reabierta en 2006 a instancias del fiscal Juan Patricio Murray– no es menos polémica.
Víctor Martínez, quien según sus declaraciones –efectuadas en 1977 ante la Justicia ordinaria, en 1984 ante la Conadep, y en 2006, ante la Justicia Federal– sostuvo que tras el accidente habría oído la voz de Saint Amant impartiendo la orden de rematar de un culatazo a Ponce de León. También dijo que habría permanecido secuestrado hasta junio de 1978. Algunos testigos que en esa época pertenecían a la Prefectura –en donde Martínez cumplía con el servicio militar– desmintieron esa versión. Otros, en cambio, sostienen que en ese lapso el joven “fue dejado de ser visto en los lugares que solía frecuentar”. En resumidas cuentas, la discordancia de los dichos de Martínez, en relación a su primera declaración, hizo que el juez lo procesara por falso testimonio. Ello fue confirmado el 8 de febrero por la Cámara de Apelaciones de Rosario. En relación con esta causa, sobre Villafuerte Ruzo pesa un pedido de recusación por “retardo de justicia”.
En tanto, el teniente coronel Saint Amant disfruta de la vida en su coqueta residencia de San Isidro.
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