“En tiempos remotos, la mujeres descendían de los cielos, bajando por esa gran cuerda que colgaba del firmamento, para caminar sobre la tierra, buscando plantas y raíces nuevas para llevar a su casa de las alturas. Cuando las mujeres llegaron, los hombres eran animales: sus cuerpos estaban cubiertos de pelo, caminando sobre pies y manos. Así que un día que la cuerda rozaba la tierra húmeda, los animales brincaron sobre ella para morderla con sus colmillos; y la mujeres del cielo se vieron forzadas a permanecer en la tierra. Fue así que las mujeres celestiales y los animales-hombres de la tierra comenzaron a vivir hombro con hombro. Tras copular, dieron a luz a gente que ahora habita las tierras Toba.
Pero una de estas mujeres aún vive en el cielo, pues día a día vemos a la deslumbrante Akewa como trepa de la parte más baja del cielo y camina por el azul infinito extendido a sus pies, trayéndonos luz tibia y dorada, ofreciendo como regalo su brillante ser hasta que llega tan lejos que resbala al abismo que está en el fin del mundo, y nos deja con la noche”.
ES una leyenda muy hermosa
ResponderEliminarMe interesan mucho las leyendas de los pueblos originarios en esta parte del mundo ..
ResponderEliminarme interesa saber de su cosmovisión, hay mucho para aprender.
En este caso, de la comunidad Q'om o Toba.
Hermosa leyenda !
Saludos.
Por si les interesa. La editorial Galerna tiene una exelente colección sobre pueblos originarios.
ResponderEliminarIré subiendo otras pronto o si ustedes tienen alguna me la envían y la subo.
Muchas gracias por sus palabras.
tomo prestada la foto, muchas gracias
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