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Caricatura de Langer |
Dominique Strauss Kahn: acabar con el FMI que defiende un sistema capitalista y patriarcal
(Comunicado de prensa del CADTM - 17 de mayo de 2011)
Por: Eric Toussaint
Desde hace unos días, todos los medios de comunicación internacionales informan de una posible agresión sexual cometida por Dominique Strauss Kahn en Nueva York, y la foto del director general del FMI esposado dio la vuelta al mundo. Sin pronunciarnos sobre su eventual culpabilidad en este suceso, el CADTM quiere denunciar otro tipo de escándalo: las acciones del propio FMI.
El FMI no es la institución que ayuda a los países en crisis, por el contrario, es la que impone programas draconianos de austeridad y que defiende un modelo económico estructuralmente generador de pobreza. Es el propio accionar del FMI y de aquellos que sostienen la mundialización neoliberal lo que hace recaer el peso de la crisis sobre las poblaciones, que son sus primeras víctimas. Profundamente antidemocrático, ya que los países más ricos disponen de más de la mitad de los votos en el seno del consejo de administración, el FMI es de hecho un instrumento de las grandes potencias utilizado para vigilar el mantenimiento del sistema capitalista y de los intereses de las grandes sociedades transnacionales.
Muy activo durantes varias décadas en África, en Latinoamérica, en Asia y en Europa del este, aprovechó la crisis que estalló en los años 2007-2008 para introducirse sólidamente en Europa occidental e imponer a los pueblos de los países más industrializados las mismas recetas nocivas que llevaron a un trágico callejón sin salida a los países del Sur que las aplicaron.
En todos lados, el FMI pretende que la iniciativa y los intereses privados deben ser sostenidos por políticas de los poderes públicos en detrimento de las políticas sociales. En todos lados, da la razón a los banqueros contra los intereses de los pueblos. En todos lados, favorece la profundización espectacular de las desigualdades, el desarrollo de la corrupción, el mantenimiento de los pueblos en la sumisión al neoliberalismo.
Si los hechos concernientes a DSK se confirmaran, no puede haber impunidad para un funcionario del FMI, y todos aquellos que trabajan para una institución internacional deben rendir cuentas ante la justicia por sus acciones. El FMI, en tanto que institución, debe también ser enjuiciado por las múltiples violaciones a los derechos humanos fundamentales que ha cometido y que continúa cometiendo en muchísimos países. La sustitución del deslegitimado FMI por un organismo democrático mundial encargado de la estabilidad de las monedas y de la lucha contra la especulación financiera es urgente.
Más allá de esto, el CADTM quiere que se recuerde que el sistema internacional actual no es solamente capitalista sino también patriarcal y machista. Sólo han sido hombres, hasta hora, los presidentes de instituciones tales como el FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio. El CADTM denuncia con firmeza el machismo y el carácter patriarcal que van a la par automáticamente con comportamientos de acoso o de violencia sexual.
Independientemente de que DSK sea responsable o no de este caso, actualmente mediatizado, el CADTM denuncia también la trivialización de tales comportamientos y lucha desde hace veinte años para lograr salir, al mismo tiempo, del capitalismo y del sistema patriarcal.
Traducido por Griselda Pinero.
El FMI no es la institución que ayuda a los países en crisis, por el contrario, es la que impone programas draconianos de austeridad y que defiende un modelo económico estructuralmente generador de pobreza. Es el propio accionar del FMI y de aquellos que sostienen la mundialización neoliberal lo que hace recaer el peso de la crisis sobre las poblaciones, que son sus primeras víctimas. Profundamente antidemocrático, ya que los países más ricos disponen de más de la mitad de los votos en el seno del consejo de administración, el FMI es de hecho un instrumento de las grandes potencias utilizado para vigilar el mantenimiento del sistema capitalista y de los intereses de las grandes sociedades transnacionales.
Muy activo durantes varias décadas en África, en Latinoamérica, en Asia y en Europa del este, aprovechó la crisis que estalló en los años 2007-2008 para introducirse sólidamente en Europa occidental e imponer a los pueblos de los países más industrializados las mismas recetas nocivas que llevaron a un trágico callejón sin salida a los países del Sur que las aplicaron.
En todos lados, el FMI pretende que la iniciativa y los intereses privados deben ser sostenidos por políticas de los poderes públicos en detrimento de las políticas sociales. En todos lados, da la razón a los banqueros contra los intereses de los pueblos. En todos lados, favorece la profundización espectacular de las desigualdades, el desarrollo de la corrupción, el mantenimiento de los pueblos en la sumisión al neoliberalismo.
Si los hechos concernientes a DSK se confirmaran, no puede haber impunidad para un funcionario del FMI, y todos aquellos que trabajan para una institución internacional deben rendir cuentas ante la justicia por sus acciones. El FMI, en tanto que institución, debe también ser enjuiciado por las múltiples violaciones a los derechos humanos fundamentales que ha cometido y que continúa cometiendo en muchísimos países. La sustitución del deslegitimado FMI por un organismo democrático mundial encargado de la estabilidad de las monedas y de la lucha contra la especulación financiera es urgente.
Más allá de esto, el CADTM quiere que se recuerde que el sistema internacional actual no es solamente capitalista sino también patriarcal y machista. Sólo han sido hombres, hasta hora, los presidentes de instituciones tales como el FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio. El CADTM denuncia con firmeza el machismo y el carácter patriarcal que van a la par automáticamente con comportamientos de acoso o de violencia sexual.
Independientemente de que DSK sea responsable o no de este caso, actualmente mediatizado, el CADTM denuncia también la trivialización de tales comportamientos y lucha desde hace veinte años para lograr salir, al mismo tiempo, del capitalismo y del sistema patriarcal.
Traducido por Griselda Pinero.
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