El 22 de mayo Día Internacional de la Diversidad Biológica se celebra este año durante el Año Internacional de los Bosques (2011), declarado por la ONU con el fin de educar a la comunidad mundial acerca del valor de los bosques y los inmensos costos social, económico y ambiental que tiene su pérdida.
La diversidad biológica forestal se refiere a todas las formas de vida que se encuentran en los bosques, incluyendo árboles, plantas, animales, hongos y microorganismos, y sus roles en la naturaleza. Dada la complejidad y la diversidad rica de la vida que se encuentran en los bosques proporciona muchos servicios vitales para los seres humanos. Las especies se comunican e interactúan. Esas interacciones crean comunidades y sistemas, y los sistemas de suministro de bienes y servicios tales como: la producción de oxígeno, la polinización, la filtración y almacenamiento de agua, control de plagas, producción de alimentos, almacenamiento de carbono y control de la erosión.
Los beneficios de los bosques son sumamente amplios. Los bosques captan y almacenan agua, estabilizan los suelos, albergan la biodiversidad y hacen una importante contribución a la regulación del clima y de los gases de efecto invernadero que están causando el cambio climático. Generan utilidades para las empresas internacionales y proporcionan ingresos y recursos imprescindibles a cientos de millones de los habitantes más pobres del mundo.
Sin embargo, los seres humanos están destruyendo la diversidad biológica forestal a un ritmo alarmante. Las causas son:
- la conversión de bosques a tierras agrícolas
- el pastoreo excesivo
- la gestión insostenible
- la introducción de especies exóticas invasoras
- el desarrollo de infraestructuras
- la explotación minera y petrolera
- los incendios provocados por el hombre
- la contaminación y el cambio climático
Las personas se han dado cuenta que los bosques ofrecen mucho más que madera. No sólo regulan las temperaturas locales y protegen los suministros de agua potable, que también actúan como sumideros de carbono y mitigan el cambio climático; los bosques también desempeñan funciones económicas, sociales y culturales en la vida de muchas personas, especialmente los de las comunidades indígenas.
La medicina tradicional a menudo se basa en productos naturales y plantas que se encuentran en los bosques. Al destruir los bosques, es posible que la destrucción de una cura para las enfermedades no descubiertos.
Biodiversidad genética
La diversidad genética, diversidad intraespecífica y diversidad entre especies es la suma de la información genética total, expresada por genes de individuos. Normalmente, hay muchos individuos dentro de una especie; todos -excepto los gemelos idénticos (y los clones)- son genéticamente únicos. La presencia de diferentes genes y alelos y sus combinaciones diferenciales entre individuos producen la variabilidad de un rasgo determinado. Las diferentes combinaciones y diferentes frecuencias entre poblaciones de una especie dada, producen la variabilidad entre poblaciones, como por ejemplo la diferente resistencia a las enfermedades, a la sequía y a temperaturas extremas. Los genes que controlan estas características pasan de generación en generación, formando nuevas combinaciones genéticas y nueva variabilidad en cada paso. La diversidad genética dentro de una especie sirve como potencial para adaptarse a nuevos ambientes y para responder a nuevas necesidades humanas. La diversidad genética se puede medir mediante los métodos empleados en la genética de poblaciones y, en el caso de variación a nivel molecular, también mediante algunas nuevas técnicas como electroforesis, los marcadores moleculares y la secuencia genética, desarrolladas en los últimos años.
Biodiversidad de especies
La diversidad de especies se refiere al tipo y número de especies existentes. El número de especies existentes en la Tierra se estima que son entre 5 y 80 millones, aunque sólo se han descrito 1,6 millones. Se suele pensar que la biodiversidad es sólo diversidad a nivel de especies. Esta es una valoración incompleta en cuanto a la sostenibilidad de los recursos naturales renovables. Al definir la diversidad de especies, se debe tener en cuenta tanto la diversidad «genética» como la «taxonómica». su vez, la diversidad genética dentro de las especies es la principal preocupación de los programas de recursos genéticos y es la fuente de la adaptabilidad y la evolución en ambientes cambiantes.
Biodiversidad de ecosistemas.
Los ecosistemas están compuestos de componentes bióticos y abióticos, incluyendo sus propiedades edáficas (suelo) y bióticas y son influenciados por factores climáticos y topográficos. La diversidad del ecosistema estimula el progreso, primero en el hábitat y después en la diversidad de especies. Como resultado de ello, la diversidad del ecosistema proporciona hábitats diferenciales para que vivan especies diferentes, adaptándose cada especie a su propio nicho ecológico, y finalmente formando sus propias comunidades climáticas. Es más difícil medir la diversidad de ecosistemas que medir las diversidades genéticas y de especies. Esto se debe sobre todo a que las fronteras de los ecosistemas son relativas y sin líneas definidas. No obstante, utilizando ciertos criterios coherentes, los ecosistemas se pueden definir y clasificar a nivel local, regional y mundial.
Biodiversidad de «procesos» o funcional.
La diversidad de procesos es un resultado evolutivo de interacciones perdurables entre los entes bióticos y abióticos de un ecosistema. Las mejor conocidas de estas interacciones entre los componentes bióticos son la predación, el parasitismo y el mutualismo. Los servicios ecológicos (como los ciclos del agua, dióxido de carbono, oxígeno y nitrógeno, la descomposición, etc.) son el resultado de procesos entre los componentes bióticos y abióticos. Estos se denominan colectivamente procesos ecológicos de un ecosistema. La diversidad de procesos interconecta entonces los elementos bióticos y abióticos de un ecosistema; mantiene la existencia en armonía mutua de los diversos componentes de la biodiversidad, constituyendo así partes fundamentales de la biodiversidad del sistema.
Los principales factores que pueden ocasionar la pérdida o disminución de biodiversidad a escala local, regional, nacional o mundial
· Pérdida y fragmentación del hábitat: Muchos ecosistemas naturales se han fragmentado en pequeños trozos, perdiendo gran parte de su diversidad biológica e integridad biológica.
· Explotación excesiva: El crecimiento rápido de la población y el perfeccionamiento de la tecnología de los aprovechamientos llevaron a la explotación excesiva y la utilización no sostenible de especies vegetales y animales, a veces hasta el punto de su extinción.
· Contaminación del suelo, el agua y la atmósfera: Los contaminantes degradan y destruyen los hábitats en diferentes grados, con la subsiguiente reducción e incluso eliminación de especies.
· Especies introducidas: Una nueva especie, que no ha evolucionado conjuntamente con los otros elementos del ecosistema que la recibe, puede amenazar a las especies indígenas.
· Cambio climático global: La teoría tan discutida sobre un posible aumento de la temperatura global de 1 a 3 °C durante el próximo siglo, con la correspondiente elevación del nivel del mar desplazaría el ámbito óptimo de distribución de las especies terrestres en dirección a los polos, y de altitud en las montañas. Esto significa que la diversidad genética de muchas especies puede no soportar estos rápidos cambios del medio ambiente y llegarán a extinguirse.
· Agricultura y silvicultura industrial: Las nuevas variedades de plantas y animales desarrolladas mediante los programas modernos de mejora genética están sustituyendo a las denominadas variedades de campo o razas indígenas. A menos que se incluyan en tales programas consideraciones de conservación genética, se producirá la pérdida subsiguiente de genes adaptados y combinaciones de genes. Además, tales nuevas variedades, que se seleccionan con unas características deseables, suelen presentar una diversidad genética escasa y una base genética limitada que las hace fácilmente susceptibles a enfermedades y plagas, creciendo así la importancia de unas medidas de conservación adecuadas, adoptadas paralelamente con la mejora genética y utilización de variedades mejoradas.
Hechos y cifras
Los bosques tropicales, templados y boreales son el hogar de la gran mayoría de las especies terrestres del mundo
Alrededor del 80% de las personas en los países en desarrollo dependen de las medicinas tradicionales, hasta la mitad de estas sustancias medicinales vienen de las plantas que se encuentran principalmente en los bosques tropicales
Dos tercios de las principales ciudades de los países en desarrollo dependen de los bosques de los alrededores para su abastecimiento de agua potable
En los últimos 8000 años alrededor del 45% de los bosques originales de la Tierra ha desaparecido, la mayoría de los cuales fue absuelto en el siglo pasado
Aproximadamente 13 millones de hectáreas de bosques del mundo se pierden cada año a la deforestación, un área del tamaño de Grecia
Hasta 100 especies animales y vegetales por día se cree que desaparecen junto con los hábitats de los bosques tropicales
Las emisiones resultantes de la deforestación puede contribuir aproximadamente el 20% de las emisiones globales anuales de gases de invernadero
Los bosques naturales se encuentran entre las mejores tiendas de carbono
Más de tres cuartas partes del agua dulce accesible del mundo proviene de las cuencas hidrográficas boscosas
Más de seis millones de hectáreas de bosques tropicales primarios, que son especialmente ricas en biodiversidad, se pierden cada año.
El año pasado, los gobiernos convinieron en un nuevo plan estratégico para la diversidad biológica en la Cumbre sobre la diversidad biológica de Nagoya, celebrada en Aichi (Japón). Para alcanzar las metas establecidas en Aichi se requiere una considerable reducción del ritmo de pérdida, degradación y fragmentación de todos los hábitats naturales, incluidos los bosques, para 2020. Uno de los instrumentos importantes convenidos en Japón es el Protocolo de Nagoya sobre Acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los Beneficios que se Deriven de su Utilización. Los bosques abrigan una inmensa diversidad biológica, apenas catalogada. La pronta ratificación y aplicación de ese Protocolo puede apoyar la protección de los bosques y el uso sostenible de la diversidad biológica, lo que a su vez puede contribuir a la mitigación de la pobreza y al desarrollo nacional sostenible.
El próximo año, los gobiernos volverán a reunirse en Río para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río +20).
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