El título (A de agosto), no me pertenece, ya lo uso
Magalí, quien lleva adelante Camino Mundos, un blog absolutamente recomendable,
y yo lo copio, se lo robo a la creadora de este desafío que ella llamó: “Días de Abecedario”
Bien,
aclarado esto, comencemos el desafío que me he obligado a cumplir durante 26
días seguidos siguiendo el orden del alfabeto!!! J
Agosto
Elegí
comenzar hoy porque hoy es día de festejo.
Hoy es el día, el primer día como la A la primer letra del abecedario, para agradecer y pedir. Día A,
el primero en mis “Días de Abecedario”. A, única vocal en “Pachamama” y hoy
comienza el tiempo de festejarla, de agradecerle.
Si
bien el día de hoy, 1° de agosto, es el día más popularizado. Día que se entiende como día de festejo, es
durante todo agosto que la podemos
festejar. También cuando uno emprende un
viaje, es a la Pacha a la que le podemos pedir nos cuide y nos ofrezca buenos
caminos, cuide nuestro rumbo.
Agosto es el mes
para chayar todos los días. Notaron que la A vuelve a ser la única
vocal!? Para mí no es casual!!!
La
chayada es para alimentar a la Pacha que tiene hambre. No es que sea una glotona pecaminosa víctima
de la gula, sino que ella necesita el alimento para poder nutrirnos con su
riqueza. Devolvernos cuanto le damos y
más aún.
Rumbeando
por el norte argentino me decían: “La
Pacha nos cría y la Pacha nos come”, “así como cuida y castiga; nos mantiene
sanos o nos conduce a la enfermedad”. “No se ignora que la Madre Tierra
niega sus cosechas a los hijos ingratos y los castiga, pero ¿quién
podrá olvidar a la Pachamama? ¿Quién podrá mezquinarle nada?” El primer trago
siempre es para ella: “vamos a chayar”, “vamos a pagar a la Pacha” *
Siguiendo
con la tradición andina a las que nos lleva agosto en este desafío. No podía faltar “Cacharpaya”.
Que es la ceremonia, muy semejante sino igual a la que se práctica hoy y
todo agosto para despedir a los viajeros…
Así
que abro la tierra con un trozo de madera, traigo carbón encendido para ahumar
la boca de la Pacha, suelto un chorro de vino para que moje sus entrañas. Ahora le acerco tabaco, azúcar, yerba,
calabaza y vuelvo a chayar en su boca.
Este viajero hoy inicia un viaje, entre letras, un viaje de veinte seis
días.
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