Ahora bien, si realmente queremos ser soberanos, libres, no basta con el feriado y los actos escolares.
Este post publicado ayer por Comunicación ambiental, que transcibo a continuación, alerta sobre una de las tantas amenazas que se ciernen sobre nuestra soberanía. Lo pongo a su disposición en pos de abrir la discusión, la reflexión y el debate.
¿Por qué hoy es feriado? En este artículo, un recorrido por el siglo XIX y por la actualidad que marcan la historia del Río Paraná como vía para el comercio internacional dentro del esquema agro-exportador. Un balance que nos indica que es necesario seguir trabajando por la soberanía nacional ambiental.
La lucha por la soberanía. A partir de este año, por decisión del poder ejecutivo, el 20 de noviembre es feriado, Día de la Soberanía Nacional, en reconocimiento a la Batalla de la Vuelta de Obligado de 1845. Se trata de la contienda en que las fuerzas de la Confederación Argentina, de Juan Manuel de Rosas, debilitaron el paso de la flota anglo-francesa, que custodiaban a la marina mercante con intenciones de hacer negocios en el litoral argentino y el Paraguay, sin pasar por la aduana de Buenos Aires.
La importancia de la efeméride1, según el gobierno, radica en que fue un acto de resistencia y afirmación de la soberanía frente a la imposición de los gobiernos de Inglaterra y Francia por el “libre comercio” a través de la navegación del Río Paraná. Según la misma narrativa, fundada en el libro de Pacho O´Donnel, el propósito era fragmentar el país y colocar sus productos sin pasar por la aduana nacional.
De todos modos, en su ciclo televisivo “Algo Habrán Hecho”2, el historiador Felipe Pigna le da poca importancia al hecho, explicando también que la pretención de Rosas con la Ley de Aduanas de 1835 era controlar el comercio internacional desde Buenos Aires. De todos modos, este autor reconoce también3 que la gesta significó "la defensa de la integridad territorial", constituyendo "una política nacionalista pragmática" donde era inconcebible que el Estado pierda su soberanía.
La Hidrovía, el argumento oficial. Un siglo y medio más tarde, a partir de la década de 1990, la navegación del Rió Paraná volvió a ser tema de debate. Según la Secretaría de Transporte de la Nación: "La Hidrovía Paraguay-Paraná es un Programa definido sobre la base de una estrategia de transporte fluvial a lo largo del sistema hídrico del mismo nombre, en un tramo comprendido entre Puerto Cáceres (Brasil) en su extremo Norte y Puerto Nueva Palmira (Uruguay) en su extremo Sur". La participación argentina es clave, sobre todo entre las provincia de Santa Fe y Entre Ríos.
El pasado agosto, se anunció el comienzo del dragado en el tramo norte. La hidrovía Paraguay-Paraná es una megaobra de ingeniería con el que se busca minimizar los riesgos de navegación para “aumentar la capacidad de tráfico de productos, principalmente agrícolas (soja), minerales (hierro y manganeso) y combustibles, viabilizando el transporte de grandes cargas a través del sistema fluvial Paraguay-Paraná-Uruguay-Río de la Plata”, expresó un comunicado del Gobierno del Chaco4. También la utiliza Minera La Alumbrera para trasladar los minerales que extrae de Catamarca.
Según la versión oficial, a su vez, "el programa se basa en el aprovechamiento de las condiciones naturales del sistema hídrico y no en la adaptación de éste a los requerimientos de la navegación. Esto conlleva el diseño de estrategias y políticas alternativas de sustentabilidad para el conjunto de los recursos naturales y los procesos ecológicos de la región”.
Críticas desde la Política Ambiental. En un artículo de septiembre de este año5, Elba Stancich del Taller Ecologista de Rosario, recordó que "desde principios de la década del noventa venimos alertando sobre los potenciales impactos del proyecto Hidrovía sobre los ríos Paraguay y Paraná y sus humedales asociados". Indicó, días después del anuncio oficial, que "si bien el tramo que se acaba de inaugurar -de Santa Fe a Confluencia- no implica modificaciones en el río que signifiquen impactos ambientales severos, la Secretaría de Ambiente de la Nación sigue sin intervenir ni hacer estudios ambientales en todo lo relacionado al dragado del Paraná".
Este mismo año, en la celebración del Día Mundial de los Humedales (2 de febrero), el Taller Ecologista, la Fundación Proteger y la Fundación M´Biguá, alertaron que "los humedales de la Cuenca del Plata están amenazados por el Proyecto Hidrovía"6. La crítica principal radica en que la Hidrovía está pensada para aumentar la navegación de grandes buques sobre el río, pero que no existen estudios que indiquen el impacto "para el ecosistema acuático, para la actividad de pesca artesanal y la erosión sobre costas".
"Ríos `sanos´ dependen de cuencas `sanas´, y hoy la cuenca del Plata sufre una degradación ambiental que se ha acelerado a causa de la voracidad del modelo agroexportador, al que es funcional la Hidrovía. No resulta creíble tal preocupación ambiental", afirmó Stancich en septiembre. La denuncia pasó mayormente desapercibida en los medios, mientras hoy está en la escena las políticas que se aplican sobre la navegación del Río Paraná, en relación con el modelo económico del país.
Soberanía Ambiental. La lucha por la soberanía compromete varios frentes de acción. La conmemoración de un hecho histórico como la batalla de la Vuelta de Obligado, nos permite reflexionar sobre el hecho de la desigualdad en el comercio internacional. Más allá de las disputas por el comercio y los derechos de aduana, aún persisten los intereses del sistema agro(minero)-exportador, en donde la dependencia económica significa también pérdida de soberanía ambiental.
http://www.comambiental.com.ar/2010/11/dia-de-la-soberania-de-la-vuelta-de.htmlLa importancia de la efeméride1, según el gobierno, radica en que fue un acto de resistencia y afirmación de la soberanía frente a la imposición de los gobiernos de Inglaterra y Francia por el “libre comercio” a través de la navegación del Río Paraná. Según la misma narrativa, fundada en el libro de Pacho O´Donnel, el propósito era fragmentar el país y colocar sus productos sin pasar por la aduana nacional.
De todos modos, en su ciclo televisivo “Algo Habrán Hecho”2, el historiador Felipe Pigna le da poca importancia al hecho, explicando también que la pretención de Rosas con la Ley de Aduanas de 1835 era controlar el comercio internacional desde Buenos Aires. De todos modos, este autor reconoce también3 que la gesta significó "la defensa de la integridad territorial", constituyendo "una política nacionalista pragmática" donde era inconcebible que el Estado pierda su soberanía.
La Hidrovía, el argumento oficial. Un siglo y medio más tarde, a partir de la década de 1990, la navegación del Rió Paraná volvió a ser tema de debate. Según la Secretaría de Transporte de la Nación: "La Hidrovía Paraguay-Paraná es un Programa definido sobre la base de una estrategia de transporte fluvial a lo largo del sistema hídrico del mismo nombre, en un tramo comprendido entre Puerto Cáceres (Brasil) en su extremo Norte y Puerto Nueva Palmira (Uruguay) en su extremo Sur". La participación argentina es clave, sobre todo entre las provincia de Santa Fe y Entre Ríos.
El pasado agosto, se anunció el comienzo del dragado en el tramo norte. La hidrovía Paraguay-Paraná es una megaobra de ingeniería con el que se busca minimizar los riesgos de navegación para “aumentar la capacidad de tráfico de productos, principalmente agrícolas (soja), minerales (hierro y manganeso) y combustibles, viabilizando el transporte de grandes cargas a través del sistema fluvial Paraguay-Paraná-Uruguay-Río de la Plata”, expresó un comunicado del Gobierno del Chaco4. También la utiliza Minera La Alumbrera para trasladar los minerales que extrae de Catamarca.
Según la versión oficial, a su vez, "el programa se basa en el aprovechamiento de las condiciones naturales del sistema hídrico y no en la adaptación de éste a los requerimientos de la navegación. Esto conlleva el diseño de estrategias y políticas alternativas de sustentabilidad para el conjunto de los recursos naturales y los procesos ecológicos de la región”.
Críticas desde la Política Ambiental. En un artículo de septiembre de este año5, Elba Stancich del Taller Ecologista de Rosario, recordó que "desde principios de la década del noventa venimos alertando sobre los potenciales impactos del proyecto Hidrovía sobre los ríos Paraguay y Paraná y sus humedales asociados". Indicó, días después del anuncio oficial, que "si bien el tramo que se acaba de inaugurar -de Santa Fe a Confluencia- no implica modificaciones en el río que signifiquen impactos ambientales severos, la Secretaría de Ambiente de la Nación sigue sin intervenir ni hacer estudios ambientales en todo lo relacionado al dragado del Paraná".
Este mismo año, en la celebración del Día Mundial de los Humedales (2 de febrero), el Taller Ecologista, la Fundación Proteger y la Fundación M´Biguá, alertaron que "los humedales de la Cuenca del Plata están amenazados por el Proyecto Hidrovía"6. La crítica principal radica en que la Hidrovía está pensada para aumentar la navegación de grandes buques sobre el río, pero que no existen estudios que indiquen el impacto "para el ecosistema acuático, para la actividad de pesca artesanal y la erosión sobre costas".
"Ríos `sanos´ dependen de cuencas `sanas´, y hoy la cuenca del Plata sufre una degradación ambiental que se ha acelerado a causa de la voracidad del modelo agroexportador, al que es funcional la Hidrovía. No resulta creíble tal preocupación ambiental", afirmó Stancich en septiembre. La denuncia pasó mayormente desapercibida en los medios, mientras hoy está en la escena las políticas que se aplican sobre la navegación del Río Paraná, en relación con el modelo económico del país.
Soberanía Ambiental. La lucha por la soberanía compromete varios frentes de acción. La conmemoración de un hecho histórico como la batalla de la Vuelta de Obligado, nos permite reflexionar sobre el hecho de la desigualdad en el comercio internacional. Más allá de las disputas por el comercio y los derechos de aduana, aún persisten los intereses del sistema agro(minero)-exportador, en donde la dependencia económica significa también pérdida de soberanía ambiental.
Juan
ResponderEliminarmuy bueno todo lo que escribistes
muy interesante
abrazo
Es muy instructivo lo que comentas. Me hace reflexionar sobre el tema que abunda en el mundo, el comercio, la especulación... Te
ResponderEliminarfelicito amigo por estos aportes que tanto
tienen que ver con la sociedad en que vivimos.
Felicitaciones.
Gracias Gianna y Julie!
ResponderEliminarSus palabras son muy alentadoras e invitan a no bajar los brazos.
Un abrazo y nos seguimos leyendo...