Somos familias que
tenemos hijos e hijas en edad escolar y queremos garantizar su derecho a la
educación. Pensamos que el Estado debe sostener las condiciones adecuadas para
una educación pública, gratuita, de calidad, con igualdad de oportunidades.
También hemos comprobado
que está en nosotros, ciudadanos, organizaciones, instituciones, participar
ofreciendo nuestras opiniones y voluntades para esa construcción. En ese
sentido, Familias por la Escuela Pública, nuestra organización autoconvocada y
autogestionada, viene desarrollando desde hace tres años una serie de acciones.
Somos muchas familias, de muchos distritos escolares distintos, y nos
organizamos. Uno de nuestros ejes es la autoeducación, es decir: educarnos
acerca de lo que hace falta entender para poder participar. Hemos estudiado la
política pública educativa, los presupuestos que se votan anualmente; hemos
seguido (y en algunos casos logrado parar) los desvíos de fondos inadecuados;
nos hemos informado sobre normas, leyes y decretos para poder peticionar
adecuadamente; hemos estado presentes en las veredas, en los abrazos, en las
calles, cuando hace falta expresar con la voz la potencia de la acción
conjunta. De toda esa autoeducación han
ido surgiendo, mes a mes, semana a semana, una variedad de acciones y logros,
desde marzo de 2009 hasta hoy. Y continuamos: mañana, pasado mañana, el año que
viene. El futuro es hoy, entendemos, y se hace cada día. Esas acciones se han dado además
vinculándonos siempre con otros grupos, organizaciones, instituciones y
personas. La articulación se produce por una razón simple: todos acordamos en
que sin justicia, no hay paz. Y aquí usamos la idea de paz como sinónimo de
construcción amplia para una sociedad que garantice los derechos humanos,
civiles, políticos, culturales, educativos, para toda la población. Confiamos entonces en un tejido permanente
entre sectores que estamos convencidos de lo mismo. Hoy nos convoca como tema
más acuciante el cierre de grados. Puntualmente
existe una Disposición del Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires que cierra más de 220 grados y/o cursos de escuelas públicas
primarias y secundarias. Rechazamos esta
medida. En primer término, nuestro
razonamiento como organización de familias es que cualquier modificación que
impacte en personas (niños, jóvenes, docentes, directivos) debe realizarse en
un proceso de trabajo abierto y democrático, con consulta previa a todos los
involucrados. En esta misma línea, los supervisores de Materias Especiales y
Bibliotecas de Primaria, han sostenido, desde nuestro punto de vista
correctamente, “que el número de los grados y cursos propuestos para su cierre
(221) en esta primera etapa, así como el anuncio en la misma disposición de
futuros nuevos cierres, amerita la consideración de la medida no como una
salida administrativa a una situación aislada de un grado o escuela, sino como
un respuesta política del estado frente a un problema de la educación pública
que afecta el derecho social a la educación”.
Nuestra propuesta concreta al respecto, que está siendo reclamada en
conjunto con otros sectores y organizaciones, es:- la inmediata anulación de la
Disposición Nº DI-2012-15-DGEGE (en referencia al Expte. Nº 342.848/12);- la
renuncia del director general de Educación de Gestión Estatal, Maximiliano
Gulmanelli, por considerar que su gestión no toma en cuenta las normas
fundamentales democráticas y ataca los derechos de las familias de toda la
Ciudad de Buenos Aires. En segundo
término, entendemos que es necesario proponer un enfoque que nos ayude a
entender. Así planteamos que la medida del cierre de grados es una más en la
estrategia de esta gestión de gobierno de desfinanciar y atacar lo que es
público. Esa estrategia, en su forma y
en su contenido, va contra lo que la Ciudad de Buenos Aires ha votado en la
Constitución del 96 y otras normas concurrentes: una política pública
construida participativamente, con acento en la democracia directa y el acceso
para toda la ciudadanía, sostenida con el fruto del trabajo de toda la
población. Señalamos entonces que este
tipo de medidas de la gestión actual, sin consulta y de corte autoritario, van
contra lo dispuesto legalmente. A pesar de ese abuso de su poder, la gestión
actual sabe que, aunque con una demora de muchísimos años, han comenzado este
año a funcionar los Consejos Consultivos Comunales. Y que en muchos de ellos,
estas semanas, se han tomado pronunciamientos concretos contra la política
educativa de la actual gestión de gobierno. Destacamos entonces que, a pesar de
que la forma de hacer política de la gestión actual es autoritaria, existe una
corriente en otro sentido: democrático, directo y con capacidad de tomar de
decisiones. Está presente y continuamos conformándola. Subrayamos también que los contenidos de las
normas de este gobierno de la Caba van directamente en contra de lo público, lo
que es de uso común y que todos financiamos, impositivamente, con nuestro
trabajo, con nuestra vida, con nuestra inteligencia y corazón cotidianamente.
La medida del cierre de grados hoy va en el mismo sentido que el recorte para
la formación permanente de los docentes y directivos. Que la censura a textos
con visiones de la historia que la caracterizan como situaciones de discusión
de ideas y proyectos. Que las normas que financian más a la educación privada
que a la pública (como dato: el aporte a la educación privada fue en el año
2007 de $412,4 millones; hoy, 5 años después, se le destinan a dicho sector
$1332,8 millones. Estos datos deben además conjugarse con estos otros: mientras
que el presupuesto para la educación pública fue sub-ejecutado y al término de
cada año intentó ser desviado para otros usos, el de educación privada para el
año 2011ha sido sobre ejecutado en un 24% de su asignación original).Las formas
y contenidos de la educación las hacemos todos los días. Tomemos opinión y
cuerpo en estos temas. Participemos.
Por Colectivo “Familias
por la escuela pública”
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