Al igual que los Ranqueles o las tribus patagónicas masacradas durante la “Campaña del Desierto”, la comunidad QOM ha ingresado en la agenda mediática a partir de la brutal represión sufrida en 2010. Hoy, la injusticia que los golpea es igual o aún mayor.
El escritor uruguayo Eduardo Galeano llamó “Otrocidio” a la colonización de los pueblos nativos latinoamericanos por parte de la corona española y europea. De manera irreverente y genial, Galeano describe que “el 12 de octubre de 1492, el Capitalismo descubrió América”. Ilustra, de una manera directa y creativa, los cimientos de una colonización hacia los pueblos originarios que jamás se detendría. Se los obligaría a moldearse a imagen y semejanza del blanco, a dejar atrás sus creencias, sus costumbres, su lengua, y, por sobre todo, sus tierras. Hoy, 520 años después, este sometimiento se repite. La comunidad “La Primavera”-QOM es un símbolo de estas relaciones de atosigamiento y violencia social y gubernamental.
Los QOM son un pueblo nativo que habita las regiones de Bolivia, Santa Fe, Chaco y Formosa. Anteriormente conocidos como tobas, ellos prefieren autodenominarse hoy en día QOM, “hombre” en su idioma nativo. Son una de las tribus que más persistió frente al avance blanco. Pero pese a esto, no pudieron librarse de los abusos, las injusticias y el silenciamiento al cual fueron sometidas todas las comunidades aborígenes.
Esta comunidad cobró relevancia mediática en noviembre de 2010 cuando fueron victimas de una brutal represión policial. El motivo, recurrente en materia de relaciones de sometimiento hacia los pueblos originarios: Tierras. El gobierno de la provincia de Formosa, Gildo Insfran a la cabeza, instaba a la comunidad “La Primavera” a “devolver” tierras que según el poder, eran tierras del blanco. Cuando los nativos QOM bien sabían que históricamente fueron ellos los dueños de dichas porciones de tierra que les proveía todo lo necesario para subsistir. Decidieron resistir. Cortaron una ruta y permanecieron allí, a la espera de que alguien oiga su reclamo. Fue en ese mismo escenario, donde ocurrió la tragedia y una vez más el abuso descarnado. Ellos, 40 pobladores QOM defendiéndose con lo que tenían a mano. Del lado contrario, más de 200 efectivos oficiales armados con macanas y armas de fuego. Un poblador QOM y un policía perdieron su vida en el episodio.
A partir de entonces se ha oído el reclamo de distintas organizaciones de derechos humanos, como el SERPAJ de Adolfo Pérez Esquivel y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, que denuncian, no sólo este episodio de violencia, sino también los abusos constantes que esta comunidad ha sufrido y sufre a lo largo de su historia. El líder elegido por la comunidad, Félix Díaz, también ha llevado adelante el reclamo, pese a que los grandes medios de comunicación no suelen darle mucha relevancia a estos temas y a pesar de que, de manera irónica, él resultó procesado junto a otros 30 compañeros por los hechos ocurridos en noviembre, según la justicia, por cortar la ruta.
El líder de la comunidad, en declaraciones recientes respecto al abuso del Estado hacia los QOM, señala: “Nosotros ya nos damos cuenta de la violación de nuestros derechos. Ha sido muy visible la violencia desde el Estado con la distribución de los recursos que destina, los planes sociales, vivienda, en el tema salud. Todo tiene que ver con la política social que el Gobierno de Formosa condiciona el acceso a estos beneficios. Si protestás no te dan nada, te aíslan, te persiguen. Cuando uno se arrodilla ante el Estado ahí se normaliza la relación"
Además remarca la necesidad de crear un nexo entre el Estado y las comunidades indígenas, que fortalezca las relaciones entre ambos pero sin recurrir a ningún abuso de poder. En el presente, en términos de relación entre Estado y Pueblos originarios, la provincia de Formosa cuenta con una figura llamada “asociación civil”, que es una personería jurídica que se renueva cada año y dicho organismo es dueño de las tierras propias de los QOM. Félix Díaz menciona que "Empezamos a informarnos y en el 2008 convocamos a una elección para recuperar esa herramienta y ahí fui elegido". Igualmente, esto no fue reconocido por el Estado, por lo tanto las tierras continúan en manos estatales y fuera de sus legítimos dueños y pobladores. La comunidad realizó una denuncia ante el INADI, pero tampoco fue investigada.
Como conclusión se podría apreciar que la situación QOM en cuanto a reivindicaciones y reconocimiento de su soberanía sobre sus propias tierras, aún se encuentra en estado crítico. El gobierno de Formosa no ha brindado una respuesta concreta y tampoco parecería hacerlo en un corto lapso de tiempo. A pesar del apoyo brindado desde un comienzo por organismos de Derechos Humanos y dirigentes políticos, el reclamo no se ha oído con la suficiente fuerza en los medios masivos de comunicación, que podría haber contribuido a difundir la causa y presionar a organismos estatales a que destraben el conflicto. Respecto a esto es destacable la labor realizada por el colectivo periodístico Plaza De mayo, de Gabriel Levinas, el cual siempre brindo una cobertura exhaustiva desde un principio.
Párrafo aparte se merece el rol que juega el gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner en este asunto de pueblos originarios, tierras, abusos y silencios. Mientras desde el Estado se ha llevado una política enfáticamente discursiva en materia de Derechos Humanos, en su mayor parte referidos a la reivindicación de derechos violados durante la última dictadura militar de 1976, esto no se ha visto con la misma intensidad en relación a derechos humanos violados sistemáticamente y hace más de quinientos años por parte de los gobernantes, el poder económico y los enormes empresariados rurales hacia los pueblos originarios argentinos. Tampoco se han observado medidas que pudieran configurar una política de Estado fuerte en materia de pueblos originarios, como si podría decirse que existe en gobiernos como el de Evo Morales. Sin lugar a dudas, esta es una fuerte deuda pendiente que tiene el Gobierno Nacional y que, lamentablemente, parece ocupar cada vez menos espacio en su agenda gubernamental, como así también, en la agenda mediática.
La tribu Qom es tan sólo un reflejo de miles de otras tribus que han caído y caen ante el poder blanco y la indiferencia de la mayoría de la población que continúa viéndolos desde lejos, como raros, como ese “otro” diferente que asusta, amenaza y que hay que disciplinar, controlar, y moldear. Educar desde arriba, y como si la sociedad occidental y de cuello blanco fuese la indicada. Galeano lo describe nuevamente de manera brillante:
En 1492, los nativos descubrieron que eran indios,
descubrieron que vivían en América
descubrieron que estaban desnudos,
descubrieron que existía el pecado,
descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo
descubrieron que vivían en América
descubrieron que estaban desnudos,
descubrieron que existía el pecado,
descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo
y a un dios de otro cielo.
Y que ese dios había inventado la culpa y el vestido.
Y había mandado que fuera quemado vivo quien adorara
Y había mandado que fuera quemado vivo quien adorara
al Sol y a la Luna y la Tierra y a la Lluvia que la moja.
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