¿Por qué hoy no me encuentro en el aula?
Porque soy uno de los tantos docentes, educadores, profesores, trabajadores de la educación entre otras definiciones que se quedó mal cuando los gremios arreglaron un salario básico de $2.900
Porque creo en la unidad de los trabajadores más allá de los gobiernos de turno, los partidos políticos, los sindicatos y los sindicalistas.
Porque entiendo y respeté lo que la mayoría docente habría aceptado (volver a clases y arreglar en marzo), pero a la luz de la economía está claro que el salario no alcanza para nada, que todas aquellas sumas en negro que se blanquearon y el aumento ya se lo comió la “inflación” o el súper mercado.
Porque soy uno de los tantos docentes, educadores, profesores, trabajadores de la educación entre otras definiciones que se quedó mal cuando los gremios arreglaron un salario básico de $2.900
Porque creo en la unidad de los trabajadores más allá de los gobiernos de turno, los partidos políticos, los sindicatos y los sindicalistas.
Porque entiendo y respeté lo que la mayoría docente habría aceptado (volver a clases y arreglar en marzo), pero a la luz de la economía está claro que el salario no alcanza para nada, que todas aquellas sumas en negro que se blanquearon y el aumento ya se lo comió la “inflación” o el súper mercado.
Porque creo que nuestra lucha no debe ser sólo por salario, asignaciones, impuestos y demás, sino que en la huelga va la lucha por apertura de cursos para no tener que dar clases con 40 o 50 alumnos/as por aula; por mejoras edilicias; por mayores insumos para trabajar en las escuelas.
Porque con mi acción, con mi paro le estoy exigiendo a la CTERA un PARO GENERAL, que llame a asambleas por colegios para que seamos los docentes quienes decidamos que medidas llevar adelante, discutamos que salario merecemos acorde a nuestro trabajo, que cubra las necesidades de la canasta familiar y que sean escuchadas nuestras demandas cuando reclamamos capacitaciones, infraestructura, material didáctico, etc.
No sirve, el paro igual contó para Moyano
ResponderEliminarSirve y mucho. Nos recuerda a diario que las cosas no están bien, y no sólo en sentido económico. Es más que necesario educar, es indispensable hoy.
ResponderEliminarApoyo el paro, tanto por el importante sentido de unión de los trabajadores que rescatás como por una mejor remuneración para aquellos que reproducen el conocimiento fomentando así un pensamiento crítico -tan "productivo" en tiempos de hoy-.
Un abrazo.-