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Quiero compartir, lo que entiendo como otra razón más para “No dejar de ver AWKA LEWEN”.
A continuación leerán, una nota publicada el 25 de octubre de 2008 en la arena.com.ar , momentos en que se rodaba el film. Podrán leer como fueron agredidos y amenazados, OsvaLdo explicará con lujo de detalle la relación entre el pasado roquista y el actual dueño del sur Benetton.
Lean y juzguen ustedes:
El escritor Osvaldo Bayer inauguró anoche en el Cine Amadeus el "XXIV Encuentro de las Letras Pampeanas", y presentó "Entredichos", su último libro. Organizada por la Asociación Pampeana de Escritores, la actividad servirá también para celebrar los 25 años de vida de la entidad.
Mientras Osvaldo Bayer llegaba a Santa Rosa, sobre la medianoche del jueves, desde Chubut intentaban, casi desesperadamente, comunicarse con él. "Queremos contarle que nos echaron bajo amenazas de la estancia de Benetton"* explicaba el cineasta Mariano Aiello, productor y codirector de la película "Awka Liwen", un film histórico y documental "acerca del racismo contra los pueblos originarios y los criollos en Argentina".
Finalmente, cineasta y escritor lograron hacer contacto y mantuvieron un diálogo que compartieron con "El Aire de la Mañana", por Radio Noticias. Aiello relató que el martes fue "al Museo Leleke, en la estancia de Luciano Benetton, para tomar unas imágenes" pero antes de comenzar, mientras desplegaban las cámaras, "irrumpió a gritos el responsable del lugar". "Ustedes deben ser mapuches, pero tengo un arma para utilizar"* los amenazó. Sin dejar de insultarlos, echó a todo el equipo de filmación, que radicó una denuncia por amenazas en la comisaría de Esquel. "Vivimos en carne propia la prepotencia brutal con que tratan a las personas de esta zona"*, dijo Aiello.
El cineasta recordó que el Museo Leleke es abierto al público y confirmó que "el día anterior se había acordado la hora de filmación con una persona del museo, luego de haber consultado a los responsables de prensa de la empresa Tierras del Sur", de Benetton.
"Dueños de la tierra"
"El origen de todo esto es la prepotencia de los dueños de la tierra y es un reproche para los argentinos, que dejamos comprar tranquilamente las grandes extensiones patagónicas a personas como el señor Benetton, que ni siquiera ha conocido desde antes este hermoso territorio pero viene con sus millones y a los pueblos que están desde hace miles de años se los apalea y desaloja porque lo que vale es el dinero"*, advirtió entonces Osvaldo Bayer. "Peor para ellos, porque lo dejaremos reflejado en el film"*, agregó.
- ¿Esta apropiación de los Benetton no es similar a la que realizó el Estado Nacional hace 200 años con estas tierras?
- Es exactamente lo mismo. Basta con leer los discursos del general Roca que encarnan un racismo insoportable. Una frase suya en un discurso oficial deja esto muy claro: "voy a conquistar esas tierras para entregarlas al capital extranjero"*. Creían que el capital traería el progreso, faltaría preguntarse para quién es ese progreso. Y así terminamos en la cima de la crueldad, una dictadura militar que hizo desaparecer personas, la más perversa en la historia del mundo, ni siquiera informar de alguien que hubiese sido ejecutado. Por eso tenemos que revisar nuestra historia y hacer valer el principio de la ética para vivir una vida en paz y sin racismo.
- ¿Usted cree que había otra forma?
- Por supuesto que sí.
- ¿Pero no hubo en el mundo una corriente de colonización?
- Sí, pero no por eso la vamos a aceptar. Hay que reconocer las equivocaciones de ese modo de proceder. La cultura occidental y cristiana nos condujo a guerras terribles. En la Primera Guerra Mundial los jóvenes se enfrentaban con bayonetas y se abrían el vientre. Eso no es ningún progreso. Tenemos que aceptar la historia, pero tenemos héroes con ética, como Moreno, Castelli, San Martín, Belgrano. Esta desviación histórica comenzó con Rivadavia, que contrató al coronel prusiano Rausch "para exterminar a los indios ranqueles" mediante un decreto que ni siquiera explicaba las razones para el exterminio. Y Roca trajo a cuatro norteamericanos para que calcularan cuántos indios había en las extensas pampas al sur de Buenos Aires. Estimaron que había unos 20 mil. ¿Acaso no había tierras para todos?*
El camino de la ética
Entonces le preguntaron a Bayer su postura frente a la actitud de un grupo que manchó de rojo una bandera y atacó a martillazos el busto de Roca en Santa Rosa. "Estoy contra la violencia. Creo que las cuestiones deben resolverse mediante argumentos y debate público, a través de los representantes el pueblo. Pero acá no se actúa. No hay violencia desde abajo si primero no hay una violencia de arriba*. Cuando tapamos todo, porque "de eso no se habla", porque "hay que mirar para adelante", obtenemos ese resultado: alguien comienza a pensar que la única forma es arrancar el monumento con una grúa. Hay que saber leer la historia: Roca hablaba de los salvajes, los bárbaros, y San Martín de nuestros paisanos los indios.*
- ¿Eliminando el nombre de Roca de calles y plazas se solucionan los problemas de los argentinos?
- Por supuesto que no, pero por ahí se empieza.
- ¿Usted cree que lo simbólico es muy importante?
- ¡Pero claro que sí! Por ahí empieza la violencia. Un chico asiste a la escuela Julio Argentino Roca, y lo identifica como un prócer, pero después lee sus discursos racistas o descubre que le regalaron las mejores 60 mil hectáreas de Guaminí, donde fundó su estancia "La Larga", como premio por la Conquista del Desierto, y eso es una barbaridad porque cobraba un sueldo de general, y no correspondía regalarle semejante superficie de tierra. El principio de la ética se ha mantenido durante toda la historia del ser humano, así que no me venga con que era una cosa de la época.
Mientras Osvaldo Bayer llegaba a Santa Rosa, sobre la medianoche del jueves, desde Chubut intentaban, casi desesperadamente, comunicarse con él. "Queremos contarle que nos echaron bajo amenazas de la estancia de Benetton"* explicaba el cineasta Mariano Aiello, productor y codirector de la película "Awka Liwen", un film histórico y documental "acerca del racismo contra los pueblos originarios y los criollos en Argentina".
Finalmente, cineasta y escritor lograron hacer contacto y mantuvieron un diálogo que compartieron con "El Aire de la Mañana", por Radio Noticias. Aiello relató que el martes fue "al Museo Leleke, en la estancia de Luciano Benetton, para tomar unas imágenes" pero antes de comenzar, mientras desplegaban las cámaras, "irrumpió a gritos el responsable del lugar". "Ustedes deben ser mapuches, pero tengo un arma para utilizar"* los amenazó. Sin dejar de insultarlos, echó a todo el equipo de filmación, que radicó una denuncia por amenazas en la comisaría de Esquel. "Vivimos en carne propia la prepotencia brutal con que tratan a las personas de esta zona"*, dijo Aiello.
El cineasta recordó que el Museo Leleke es abierto al público y confirmó que "el día anterior se había acordado la hora de filmación con una persona del museo, luego de haber consultado a los responsables de prensa de la empresa Tierras del Sur", de Benetton.
"Dueños de la tierra"
"El origen de todo esto es la prepotencia de los dueños de la tierra y es un reproche para los argentinos, que dejamos comprar tranquilamente las grandes extensiones patagónicas a personas como el señor Benetton, que ni siquiera ha conocido desde antes este hermoso territorio pero viene con sus millones y a los pueblos que están desde hace miles de años se los apalea y desaloja porque lo que vale es el dinero"*, advirtió entonces Osvaldo Bayer. "Peor para ellos, porque lo dejaremos reflejado en el film"*, agregó.
- ¿Esta apropiación de los Benetton no es similar a la que realizó el Estado Nacional hace 200 años con estas tierras?
- Es exactamente lo mismo. Basta con leer los discursos del general Roca que encarnan un racismo insoportable. Una frase suya en un discurso oficial deja esto muy claro: "voy a conquistar esas tierras para entregarlas al capital extranjero"*. Creían que el capital traería el progreso, faltaría preguntarse para quién es ese progreso. Y así terminamos en la cima de la crueldad, una dictadura militar que hizo desaparecer personas, la más perversa en la historia del mundo, ni siquiera informar de alguien que hubiese sido ejecutado. Por eso tenemos que revisar nuestra historia y hacer valer el principio de la ética para vivir una vida en paz y sin racismo.
- ¿Usted cree que había otra forma?
- Por supuesto que sí.
- ¿Pero no hubo en el mundo una corriente de colonización?
- Sí, pero no por eso la vamos a aceptar. Hay que reconocer las equivocaciones de ese modo de proceder. La cultura occidental y cristiana nos condujo a guerras terribles. En la Primera Guerra Mundial los jóvenes se enfrentaban con bayonetas y se abrían el vientre. Eso no es ningún progreso. Tenemos que aceptar la historia, pero tenemos héroes con ética, como Moreno, Castelli, San Martín, Belgrano. Esta desviación histórica comenzó con Rivadavia, que contrató al coronel prusiano Rausch "para exterminar a los indios ranqueles" mediante un decreto que ni siquiera explicaba las razones para el exterminio. Y Roca trajo a cuatro norteamericanos para que calcularan cuántos indios había en las extensas pampas al sur de Buenos Aires. Estimaron que había unos 20 mil. ¿Acaso no había tierras para todos?*
El camino de la ética
Entonces le preguntaron a Bayer su postura frente a la actitud de un grupo que manchó de rojo una bandera y atacó a martillazos el busto de Roca en Santa Rosa. "Estoy contra la violencia. Creo que las cuestiones deben resolverse mediante argumentos y debate público, a través de los representantes el pueblo. Pero acá no se actúa. No hay violencia desde abajo si primero no hay una violencia de arriba*. Cuando tapamos todo, porque "de eso no se habla", porque "hay que mirar para adelante", obtenemos ese resultado: alguien comienza a pensar que la única forma es arrancar el monumento con una grúa. Hay que saber leer la historia: Roca hablaba de los salvajes, los bárbaros, y San Martín de nuestros paisanos los indios.*
- ¿Eliminando el nombre de Roca de calles y plazas se solucionan los problemas de los argentinos?
- Por supuesto que no, pero por ahí se empieza.
- ¿Usted cree que lo simbólico es muy importante?
- ¡Pero claro que sí! Por ahí empieza la violencia. Un chico asiste a la escuela Julio Argentino Roca, y lo identifica como un prócer, pero después lee sus discursos racistas o descubre que le regalaron las mejores 60 mil hectáreas de Guaminí, donde fundó su estancia "La Larga", como premio por la Conquista del Desierto, y eso es una barbaridad porque cobraba un sueldo de general, y no correspondía regalarle semejante superficie de tierra. El principio de la ética se ha mantenido durante toda la historia del ser humano, así que no me venga con que era una cosa de la época.
*El subrayado es nuestro.
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